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A partir del análisis de la información que le he enviado me gustaría recibir sus indicaciones para incrementar las posibilidades de que consiga tener el éxito profesional al que aspiro en mi actual posición como manager. ¿Puede ayudarme? Luz V (Málaga)

Eso espero Luz… En todo caso creo que lo más importante que debes de hacer de entrada es analizar el ¿Por qué unas personas alcanzar sus objetivos y otros no?, y la segunda ¿Cuáles son las herramientas que generan el éxito?

No son preguntas de fácil respuesta, aunque si conseguimos definir un escenario global sí que las respuestas nos servirán como orientación para las dudas que tienes hoy. Muchas veces nos topamos con gente a la que nos somos capaces de detectar las causas de su éxito. Probablemente ha sido porque simplemente han sabido aprovechar alguna cualidad personal, una oportunidad externa, etc

Resulta que incluso la gente más y con grandes logros son terribles a la hora de comprender por qué tienen éxito o fracasan. El instinto, saber estar en el lugar adecuado en el momento propicio, disponer de algún referente o mentor, haber sabido hacer uso adecuado de alguna habilidad, etc. son otras de las respuestas con las que nos podemos encontrar.

En cualquier caso, la mejor receta para alcanzar los objetivos y “tener éxito” no depende tanto de las habilidades o cualidades innatas. Al contrario, soy uno más de los que pienso que las personas que alcanzan el éxito no es solo por quienes son sino más a menudo por lo que hacen

He aquí algunas recomendaciones que debes intentar aplicar a tu vida personal y profesional:

Define objetivos alcanzables pero que estén en el camino al objetivo final:  

Cuando te planteas un objetivo, intenta ser lo más específico posible. “Perder 5 kilos” es un objetivo mejor definido que “Perder algo de peso”, porque te da una idea clara de a qué se parece el éxito. Saber exactamente lo que quieres conseguir te mantiene motivado hasta que lo consigas. Piensa una acción específica que debas tener en cuenta para alcanzar tu objetivo. Si te prometes “comeré menos” o “dormiré más” es demasiado indefinido, se claro y preciso. “Estaré en la cama a las 10 de la noche entre semana” no deja espacio para dudar lo que tienes que hacer y si realmente lo has hecho.

Se proactiva, actúa en los momentos adecuados:

Estamos tan ocupados, y con tantos objetivos entre las manos que no es sorpresa que perdamos oportunidades de hacer lo importante en el momento apropiado. Realmente, ¿no has tenido tiempo para hacer ejercicio hoy? ¿Ni un momento para devolver esa llamada de teléfono? Conseguir una meta significa aprovechar esas oportunidades antes de que se escurran entre los dedos.

Ten una mirada optimista:

Cuando te planteas un objetivo, se pone en marcha el pensamiento positivo sobre la probabilidad de conseguirlo. Confiar en tu habilidad para tener éxito es muy útil para generar y mantener tu motivación. Pero hagas lo que hagas, no subestimes lo difícil que puede ser conseguir lo que te has propuesto. La mayor parte de los objetivos requieren tiempo, planificación, esfuerzo y persistencia.

Concéntrate en mejorar las capacidades de que dispones: 

Evidentemente es más facil desarollar/mejorar las competencias que tenemos que adquirir algunas de las que carecemos. Confiar en tu habilidad para conseguir objetivos es importante, pero es más importante confiar en que puedes tener esa habilidad. Muchos de nosotros pensamos que nuestra inteligencia, nuestra personalidad y nuestras aptitudes físicas están fijadas y no importa lo que hagamos. Afortunadamente, décadas de investigación sugieren que la creencia de que las habilidades son estáticas es errónea, las habilidades de todo tipo son muy flexibles.

Asume riesgos controlados: 

El esfuerzo, la planificación, la persistencia y buenas estrategias son lo que realmente te lleva al éxito. Pero a veces hay que saber también adentrarse en lo desconocido. La seguridad total es mala consejera. Aceptar esto no sólo te ayudará a ver tus objetivos con mayor precisión, sino también tener más confianza y agallas para enfrentarte a nuevos retos.

Confía en la suerte, pero no la tientes de forma permanente:

No importa lo fuerte que haya conseguido ser tu fuerza de voluntad, es importante tener en cuenta el hecho de saber aprovechar las oportunidades que pasan por tu camino. Las personas con éxito saben que no deben convertir una meta en algo más difícil de lo que por si ya puede ser.

Se constante en la consecución de tus objetivos:

El autocontrol es como cualquier otro músculo en tu cuerpo, cuando no lo ejercitas se debilita, pero cuando lo ejercitas de forma regular se hará más fuerte y capaz de ayudarte a conseguir tus objetivos. Asume un reto. No tomar más aperitivos ricos en grasa, hacer 100 abdominales al día, ponerte recto cuando te des cuenta de que estás encorvado, intentar aprender una nueva habilidad. Comienza sólo con una actividad, y elabora un plan de respuesta para cuando comiences a encontrar algún problema.

Céntrate en lo que harás y no en lo que no harás:

Quieres conseguir perder peso, dejar de fumar, o poner un límite a tu mal genio Planifica cómo vas a reemplazar malos hábitos por buenos, más que centrarte sólo evitar los malos. Las investigaciones sobre los comportamientos han mostrado que intentar evitar un comportamiento negativo hacen que esté más presente.

Espero que con éstas recetas y aplicándolas a tu situación personal con criterio consigas consolidarte en tu posición y crecer profesionalmente.