Tiempo de lectura: 3 minutos

La crisis que acabamos de vivir ha puesto la evidencia muchas cosas. Y mientras tanto otras siguen planteamientos similares. Un ejemplo: la relación entre azar/suerte y desarrollo profesional. 

Desde mi punto de vista los factores claves hoy son: No esperar a que las cosas pasen. Aceptar que las cosas ocurrirán probablemente no cuándo, dónde ni cómo nosotros esperábamos. Cuidar de la propia empleabilidad. El último tener el sexto sentido para subir al tren apropiado en el momento oportuno.   

A finales de Mayo, en plena periodo de desescalada publique en mis frases/reflexiones semanales que escribo todos los sábados una excelente reflexión de Rebeca Navarro que está totalmente alineada con los tres factores anteriores. “No es cómo se gestiona el cambio sino como gestionas tú cambio”

«No es cómo se gestiona el cambio, es cómo gestionas tu cambio»
Rebeca Navarro

Con independencia de si le llamamos suerte, sentido común, o simplemente saber aprovechar las oportunidades el resultado sigue siendo el mismo. Probablemente tu desarrollo profesional futuro dependerá tanto de tu capacidad para gestionarlo a través de un proceso continuo de “autoconocimiento” y «reposicionamiento», de tu motivación para tomar las riendas de tu trayectora y tambén de tu habilidad para saber aprovechar las circunstancias y acontecimientos. 

Recordemos que Cristóbal Colón no tenía ni idea de lo que iba a encontrar en su búsqueda de una ruta alternativa para llegar a las «indias» y que Alexander Fleming, posiblemente, nunca habría descubierto la penicilina si un hongo no hubiera contaminado accidentalmente una de las placas de bacterias con las que experimentaba. Sin embargo los dos estuvieron trabajando mucho para estar ahí en el momemto oportuno. Ramón Oliver ha escrito “El factor suerte cuenta. También en (la) carrera profesional. Pero para que lo imprevisto acabe teniendo un efecto positivo en nuestra vida y en nuestro trabajo deberemos ser capaces de aceptarlo y saber utilizarlo en nuestro beneficio”.

La gestión de la carrera profesional es uno de los terrenos en los que con mayor claridad podemos apreciar la intervención del azar. Una vacante repentina, alguien a quien se conoce o un encuentro casual con un viejo amigo pueden dar fin a una búsqueda de meses.


Recordemos que trazar una buena estrategia es un elemento imprescindible para la gestión de la carrera, pero por si sólo, no garantiza resultados.


No hace mucho escuché a Salvador Sicart de Hays España afirmar que “El 80% de las posiciones que cubrimos provienen de candidatos que en su momento nos mandaron su currículo para otro puesto que no cuajó. Pero un día reciben una llamada de uno de nuestros consultores porque ha surgido una nueva oportunidad que encaja con su perfil. ¿Casualidad? Puede ser. Pero no se habría producido si ese candidato no hubiera hecho antes sus deberes”. Es posible que el % este sobredimensionado pero que ello ocurre es una evidencia que no podemos olvidar.

Cuando estaba en su último año de carrera, Enrique Dans pensaba que su futuro inmediato pasaría por estudiar un MBA, conseguir un préstamo y convertirse en emprendedor de cultivos marinos en su Galicia natal. Conviene tener en cuenta que, en lugar de dedicarse a criar rodaballos, hoy Enrique es profesor de Sistemas de Información en el IE Business School y uno de los españoles más influyentes en su campo. Sobre su propia trayectoria y la importancia del azar ha escrito en https://www.enriquedans.com/2017/10/ser-profesor-en-espana.html “En mi trayectoria han jugado un papel importantísimo un premio de lotería de Navidad, la misteriosa decisión de mi padre de regalarme un ordenador en una época en la que nadie tenía uno o un profesor que se empeñó en convencerme de que me quedara en su área dando clase. Lo inesperado juega un papel muy importante en la carrera profesional de las personas”.

El caso de Enrique es evidentemente un caso perfecto. Ya que une capacidad, actitud y suerte, en otras palabras, saber subir al tren apropiado en el momento adecuado.

Para terminar esta reflexión comparto con vosotros algunas ideas sobre el concepto de empleabilidad aprovechando que en estos momentos estoy, como ya sabrás, en pleno lanzamiento del INDICE DE EMPLEABILIDAD. Un servicio al que, si no lo has hecho ya, puedes acceder en la home de mi blog. Recordemos que éste factor (cuidar de la propia empleabilidad) es uno de los que he definido como claves. Y ello supone: .

  • Cuidar de tu reputación y de tu “marca personal” En otras palabras preocuparse de lo que se dice de ti cuando no estás.
  • Mantener una tensión permanente por el aprendizaje permanente. Aprendizaje pero también desaprendizaje que exigen motivación, compromiso y flexibilidad.
  • Ocuparse en tener suficientemente engrasada la red de contactos. Siempre hay algo que aportar y que compartir. Este es un elemento clave para tu desarrollo profesional.
  • Recordar que no nos pagan por ir a trabajar sino para aportar valor. Y ello exige la capacidad de no autoengañarse.

¿Eres consciente del valor que hoy aportas a tu organización?.