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Debemos revisar las métricas tradicionales y los criterios de información y de gestión de datos si deseamos disponer de certezas sobre el impacto de las acciones que desarrollamos en un entorno de intensa transformación.

En otras palabras no podemos olvidarnos del pasado pero si analizarlo desde perspectivas diferentes.

Siguiendo los planteamientos que formulo en el primero de los post de esta serie accesible en Nuevos indicadores sobre Políticas Activas (I) – Pau Hortal podemos tomar como referencia las técnicas empleadas en el pasado, pero adaptándolas a las nuevas tecnologías, por ejemplo la evaluación de incentivos a la contratación realizada por la Airef (2020). Sin embargo, hoy estas técnicas deberían de centrarse en el análisis de los resultados alcanzados con un usuario que ha sido objeto de una política activa respecto a aquel (de perfil similar) que no la haya recibido.  


El objetivo final no es tanto la recopilación de información y la elaboración de cuadros de mando “tradicionales” sino gestionar la información para conocer la eficiencia de los planes desarrollados. 


Un modelo que lamentablemente no existe todavía y sobre el que, a título de ejemplo, el RD 818/2021 de reciente publicación, dirigido a desarrollar los “Programas comunes de activación para el empleo” sólo destina los articulos 14 y 15 al análisis de datos, planteando generalidades sin ninguna concreción.

También en el ámbito del empleo, debemos iniciar el camino que nos ha de permitir corregir el déficit que tenemos en el tratamiento de datos desarrollando mecanismos que transformen los datos/información en conocimiento/sabiduría. Para dar respuesta a la necesidad de dotarnos de criterios claros y coherentes sobre la evaluación y medición de la eficiencia en las Políticas Activas, sólo cabe retomar lo expresado en el informe sobre evaluación de las políticas activas desarrollado por la Aierf en 2018 www.airef.es y los resultados de los Observatorios sobre la eficiencia de las políticas activas de empleo desarrollados en los años 2019 y 2021 por el Institut Cerda www.icerda.org

Con objeto de establecer una relación de indicadores valiosos que aporten mayor información sobre el impacto de las acciones y Políticas Activas de empleo, y nos permita definir acciones de mejora continua, en la FUNDACION ERGON consideramos necesario plantear las dinámicas siguientes:

  1. Determinar cuáles son los datos disponibles, integrarlos y valorar si resultan suficientes para la evaluación de las Políticas Activas.
  2. Analizar la existencia o no de acciones de carácter previo que puedan influir en el impacto y/o resultados de una determinada Política Activa.
  3. Definir y describir la tipología y las medidas incorporadas en la Política Activa aplicada y el perfil profesional de sus usuarios.
  4. Identificar a los agentes implicados: (públicos, instituciones sociales, agencias etc).
  5. Realizar un análisis comparado entre el perfil de los usuarios antes y después de la aplicación de la Política Activa.
  6. Segmentar/clasificar a los usuarios por datos objetivos del perfil profesional: (edad, sexo, nivel formativo, perfil etc)
  7. Analizar los resultados alcanzados evaluando el impacto producido por: territorio, sector, rol/función, tipo y tipología de empresa/contratante, tamaño etc.
  8. Evaluar los costes y la eficiencia del gasto generados en su desarrollo

Quiero recordaros que el propósito de la FUNDACION ERGON www.fundacionergon.org es el de colaborar en el proceso de mejora de la gestión de nuestro mercado de trabajo. Queremos abrir nuevas perspectivas con el objeto de incrementar la cooperación y la interacción entre los agentes de la oferta y la demanda de empleo. 

Desde aquí os invito a colaborar con nosotros.