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Una idea vital para ayudarnos a encontrar la respuesta a la pregunta sobre como será el trabajo en el futuro es si las máquinas van a hacer posible su desaparición. 

Muchas especialistas afirman que en el futuro no desaparecerán los puestos como tales sino las tareas. Y me diréis ¿Y esto que significa?. En otras palabras preciden que en determinados puestos de trabajo sólo se mantendrá el 5% de las tareas actuales. Y si ésto es así que ¿que haremos con el tiempo restante?.

Por cierto esta es una temática que fué analizada en profundidad en el acto de presentación de la FUNDACION ERGON www.fundacionergon.es y que es tratado de forma muy adecuada en el video desarrollado por la Fundación Cotec accesible en https://www.youtube.com/watch?v=htAnVeMtrr8 y que tiene continuidad en https://www.youtube.com/watch?v=-z5z8aGRSQ0 Unos vídeos muy interesantes y que os ruego no os perdáis.

Enrique Dans en su post https://www.enriquedans.com/2018/10/abogados-maquinas-y-el-erroneo-analisis-de-la-sustitucion.html tras realizar la afirmación que encabeza este comentario pone como ejemplo de este proceso de transformación en el trabajo/funciones/tareas el impacto en la actividad profesional de los abogados. La inteligencia artificial va a exigir un “reajuste de las capacidades y habilidades de un abogado. El abogado del futuro hablará con máquinas con la misma soltura con la que habla con personas, y eso no vendrá dado por sus habilidades para programar, porque la misma tarea de programación se habrá convertido, a ese nivel, en algo muy similar a lo que hacemos cuando hablamos con personas. En ese entorno, el abogado seguirá teniendo su papel, sus responsabilidades y su trabajo, aunque su día a día nos parezca alejado de lo que hoy conocemos. Pero seguirá ahí, como seguirán las causas que lo hacen imprescindible”

Como en otras muchas funciones “la dialéctica de la sustitución es errónea, y además dañina,  por lo que tiende a conllevar de resistencia al cambio. Resistencias que, aunque inútiles a medio plazo dado lo inexorable del cambio, sí pueden retrasarlo e influir en el ritmo del progreso, en la adaptación de los profesionales o en las perspectivas de competitividad de los actores implicados. Negar el cambio implica hacerse enemigo de él, con todo lo que ello conlleva. No, la máquina no sustituirá al abogado, pero los abogados que sepan utilizar máquinas sustituirán a los que no sepan. Eso sí que podemos tomarlo como seguro”.

Unos argumentos que pueden ser aplicados a muchas de las actividades humanas que hoy conocemos como trabajo y que generan el mayor volumen de empleos en nuestra realidad social.

El escritor canadiense Nick Srnicek, autor del libro “Inventar el futuro: postcapitalismo y un mundo sin trabajo” se formula la pregunta de si ¿Realmente dejaremos de trabajar? Y se contesta afirmando que la eliminación completa del trabajo es imposible. «Y que lo realmente tenemos que buscar es limitar el trabajo a lo que es necesario para nuestra existencia básica. Siempre habrá algo de trabajo que deba hacerse, ya sea por los límites técnicos de la automatización, o por los límites morales sobre el trabajo que queramos delegar en las máquinas. Lo que definitivamente hace que nos planteemos la existencia de un mundo ideal, en el que todos compartiríamos en igualdad de condiciones este trabajo restante».

Distingue entre el trabajo que supone aprender a tocar la guitarra o hacer la cena de lo que el antropólogo David Graeber llamó «trabajos de mierda» formado por un conjunto de tareas que pueden desarrollarse mejor y de forma más eficiente por máquinas. Por cierto tareas que hoy tienen, en algunos casos gran prestigio social y elevados niveles retributivos.

La construcción del futuro pasa ineludiblemente por cambios culturales que modificarán sustancialmente el concepto y la ética tradicional sobre el trabajo. Unos cambios que potenciarán y darán fuerza social al concepto de tiempo libre. “El tiempo libre es una condición esencial para la libertad, por lo que la expansión del tiempo libre debería convertirse en la principal promesa electoral de los partidos orientados al futuro”.