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He escrito recientemente que el cambio es uno de los elementos que fundamentan la vida y particularmente la del ser humano.

El concepto de cambio es uno de los más repetidos en este post. Un dato que es consecuencia del hecho de que este término sea uno de los claves en casi la mitad de los mas de 1500 post que he publicado ya.

Supongo que eres perfectamente consciente de que vivimos en un entorno en el que el volumen de transformaciones que estamos viviendo van a ser brutales. En todos los ámbitos. Desde el inicio del siglo (y sólo han transcurrido 20 años), nos hemos enfrentado con 3 grandes eventos que están provocando cambios radicales en muchos ámbitos (individuales, organizativos y estructurales). Hoy empezamos a ser conscientes de que al margen del impacto de la crisis del 2008, el impacto de la pandemia del Covid-19 y de la guerra de Ucrania, el mundo va a ser muy distinto a como era a principios del siglo.

Esta transformación tiene, sin duda, su impacto a nivel personal. Un impacto cuyos efectos he analizado entre otros en Cómo puedes desarrollar tu empleabilidad? – Pau Hortal  que incide en las competencias y habilidades que cada uno de nosotros debemos desarrollar si queremos ser capaces de dar respuesta a las necesidades de las organizaciones y del mercado. Toma nota que en muchos sectores y países, un gran número de las ocupaciones o especialidades de mayor demanda hoy, no existían hace tan sólo 10 años. Hay estimaciones que afirman que 2 de cada 3 niños que ingresan en la escuela primaria hoy, van a terminar su vida profesional (dentro de 60 años) desarrollado actividades que hoy aún no existen. Muchos incluso habrán vivido parte de su existencia fuera de nuestro planeta.


El cambio implica estar preparado. Desarrollar nuestras competencias exige estar atento a las demandas del mercado. Y significa dotarse de empleabilidad.


He aquí algunas propuestas para gestionar nuestro propio cambio personal, fundadas en la experiencia real de un artista como Paco de Lucia. Un persona de la que, el pasado mes de febrero, se cumplió el octavo aniversario de su fallecimiento.

1.- Diferenciarse: la guitarra fue para él un instrumento con la que consiguió “diferenciarse” (en otras palabras, hacer algo distinto). Gracias a un «cambio» (la guitarra de 6 cuerdas) y sus competencias profesionales consiguió el éxito. Hasta este momento su guitarra era una más en los acompañamientos de cuadros de flamencos. Después todo cambió. Supo ser proactivo dentro del flamenco, y hacer algo distinto que terminó por encumbrarlo. No resulto fácil pero el resultado final… lo conocemos todos.

3.- Ser inconformista: fue un obsesivo en su intento de desarrollar una propuesta que le permitiera salir del corsé de lo conocido/establecido. Consiguió superarse a sí mismo y a todos los frenos tomando nuevas direcciones. Una muestra de que las habilidades y/o competencias son relevantes pero que sin la actitud adecuada no van a encontrar el entorno adecuado para mostrarse en todo su esplendor.

2.- No hay límites sí sabemos dar los pasos adecuados: consciente de que su guitarra no tenía un rol principal en los entornos musicales (al margen del flamenco), se propuso ser transgresor en su trabajo y tuvo suerte. La suerte es importante también pero siempre debe de “encontrarnos preparados”. Consiguió ser el primer guitarrista distinguido por la Universidad de Berkeley. Cuando fue reconocido con el Premio Príncipe de Asturias, el jurado tuvo en cuenta su capacidad de trascender fronteras y estilos, lo que llevo a convertirse en un músico de dimensión universal.

5.- No menospreciar los objetivos menores: dentro de una perspectiva vital por la consecución de un objetivo (en este caso convertirse en un músico universal sacando a la guitarra de un lugar secundario en los instrumentos musicales) a veces hay que parar atención en los objetivos de carácter menor. La historia del tema “Entre dos aguas” escrito en 1975 incorporada finalmente en uno de sus primeros discos y luego convertida en una de las mejores composiciones es un claro ejemplo de este principio.

6.- Rodearse de los mejores: desde los primeros momentos de su trayectoria profesional consiguió hacer realidad este principio. Su relación y el trabajo realizado durante mucho tiempo con Camaron es un ejemplo fantástico para mostrar la validez y la eficiencia de este concepto. No podemos crecer profesionalmente si no conseguimos estar rodeados de los mejores. Debemos de perder el miedo y los recelos a trabajar con otros profesionales y dejar de percibir en ello una amenaza.

Termino estas reflexiones con una mención a la relevancia de la actitud y más concretamente a la presencia del esfuerzo y del compromiso y lo hago con una frase atribuida a Paco: «Cualquiera puede ser el mejor guitarrista del mundo si está dispuesto a pasarse 30 años practicando 10 horas diarias«