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Acepte participar en un proceso y acabo de recibir una oferta de un Head Hunter. No me interesa el cambio. Sin embargo me da miedo que ya no cuente más en el futuro con mi candidatura. ¿Qué debo hacer? Alberto M…… (Valladolid)

Una de las situaciones clave en la vida profesional es la que se produce cuando, después de un periodo de concentración y esfuerzo en la búsqueda de un nuevo empleo, uno se encuentra finalmente como candidato final en un proceso.

Las circunstancias pueden ser múltiples: la oportunidad que le ofrecen no responde claramente a sus expectativas y/o objetivo profesional, existan incongruencias entre el puesto, su posición en el organigrama y las responsabilidades a asumir. Por último la oferta económica no termine dando satisfacción a las expectativas planteadas, etc

Esta situación puede hacerse todavía más compleja si en el proceso ha habido la intervención directa de un tercero que ha prestado su networking, ayuda y consejo para facilitar el contacto con el headhunter o gabinete de selección o inclusive es alguien que forma parte de la propia empresa finalmente contratante.

En estas situaciones, pasas de sentirte con alas y ganas de volar a aterrizar brutalmente y quedarte con la losa de la pregunta a la que no sabe cómo contestar: ¿Puedo rechazar esta oferta? Pregunta que se acompaña en general y de forma inmediata de otras preguntas como ¿Me seguirán llamando si la rechazo?, ¿Cómo se lo digo al headhunter o a la empresa?, ¿Cómo reaccionará la persona que me ha facilitado el contacto inicial?

Por otra parte entenderá que necesita 24/48 horas para analizar la propuesta y dar su conformidad. Aquí es uno de los momentos en los que resulta más aplicable el comentario de que debemos de ser conscientes que…

Nuestra carrera es probable que esté entre nuestros tres activos más vitales. No la hundas ni dejes que la situación se escape a tu control.

A continuación te interesa revisar con calma si la oferta recibida corresponde al nuevo paso que quieres dar en tu trayectoria profesional. Probablemente ahora te darás cuenta de que no tenias claro este objetivo o intención en el momento de aceptar incorporarte al proceso. Probablemente hoy eres consciente de que o bien las condiciones de mercado pueden ser distintas de sus expectativas o que inicialmente sobrevaloraste tus propias capacidades. Aunque es muy difícil es mejor decir que no – sin cerrar las puertas – a un contacto posterior que dejarse meter en un “lio” del cual ahora va a ser muy complicado salir.

En este momento tienes varias alternativas pero si, no estas realmente convencido, la alternativa “aceptar la oferta” no existe. Tras las 24/48 horas que hayas solicitado de plazo para reflexionar puedes o bien intentar mejorar las condiciones de la oferta o bien simplemente transmitirle a tu interlocutor que tras un análisis profunda lamentas comunicarle que no puedes aceptarla. Deberás objetivar y racionalizar las razones.

Mi primera recomendación es la de mantener la calma y si la decisión es firme agradecer la oferta recibida e «inventarse» unas razones objetivas que den solidez a tu postura.

Al mismo tiempo – y si el interlocutor es el headhunter este paso es fundamental – aprovechar la oportunidad para volver a definir con claridad el objetivo perseguido y manifestar interés en seguir en contacto para nuevas oportunidades y no olvides ofrecerle referencias de personas que pudieran ser candidatos a la posición. No dejes de pensar que, aunque estes generando un problema a tu interlocutor, esta oportunidad puede ser también el primer paso para un cambio profesional posterior

Aunque muchas veces sea difícil de ponderar en la decisión final no sólo deben de primar los factores relativos al puesto. Existen otros elementos a considerar: empresa o sector en proceso de expansión, un puesto con aprendizaje y/o posibilidades de desarrollo futuro, unas responsabilidades retadoras, una buena química con el futuro jefe, una visión compartida, etc. En estos casos cabe la posibilidad de renegociar las condiciones que figuran en la oferta o de simplemente establecerlas como parámetros para una fase inicial (6 a 12 meses) con un compromiso formal de renegociación posterior. La reflexión final es la de no fijarse solamente en el puesto sino en las circunstancias y elementos que lo envuelven.

Y en todo caso pregúntate por la parte de responsabilidad que te corresponde al no haber seguido los pasos racionales en la gestión de tu propia carrera y fundamentalmente por no ser el protagonista principal de la misma.

Se consciente del problema que estás generando en su interlocutor. Deja pasar un tiempo para intentar después recomponer sus relaciones. Para ello será conveniente pensar en lo que puedes aportarle sea headhunter, contacto, etc.

Alberto… en todo caso sea cuál sea la decisión que finalmente vayas a tomar te deseo mucha suerte.