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Nos encontramos en pleno proceso de integración/fusión de nuestra división con la de uno de nuestros competidores. Creo que tengo claras posibilidades de continuar. Sin embargo estoy preocupado. ¿Qué puedo, debo o no hacer?. Carlos P (Barcelona)

Todo cambio genera estrés. Una cierta dosis nos pone en alerta para hacer frente a la situación de manera resolutiva. Un grado excesivo merma la confianza en nuestras competencias habituales y nos bloquea para la acción, o incluso para la reflexión. El nivel de resistencia positiva al estrés es esencialmente individual, subjetivo y variable entre personas y momentos. Cuantos mayores sean los riesgos de perder responsabilidades o continuidad en el empleo, más inseguridad sentiremos. No te sientas por tanto extrañado por lo que sientes.

A partir de estas posiciones iniciales y de la necesidad de concentrarte en tu tarea y en la consecución de tus objetivos, será probablemente adecuado que inicies algún proceso de reflexión y desarrolles algunas acciones como:

  • Valora y analiza toda la información de la que puedes disponer (a través de tu jefe, del jefe de tu jefe, del Director de Recursos Humanos), aunque actúa siempre de forma discreta y sin resultar redundante. Pregunta e indague en que parte de la lista vas a estar. Obtén la máxima información pero trátala con discreción.
  • Si figuras en la lista de “los que se quedan”, la nueva organización resultante valorará que demuestres tu ilusión. Demuestre energía y entusiasmo, para cumplir con las expectativas de os que han apostado por ti. Manifiesta tu interés por el nuevo puesto y trabaja para asumirlo con éxito.
  • Si no te ofrecen una nueva oportunidad, o lo que es lo mismo estás en la lista de “los que salen”, asume el tema de forma positiva y hazte responsable del devenir de tu carrera. Ponte e marcha pero sin salir disparado. Haz un diagnóstico objetivo de tu perfil profesional, define un objetivo realista e inicia tus acciones de búsqueda desde tu propio puesto. Toma en consideración que actuar te ayudará a minimizar tu estrés. Toma en consideración también que vas a tener la ventaja de no tener que dar largas explicaciones sobre las causas de su salida. No dejes que el golpe de la noticia de tu despido merme tu capacidad de reacción y afecte a tu empleabilidad.

En todo caso, como en todas las circunstancias que ocurren en nuestra vida, esta situación también tiene sus aspectos positivos. Sea cual sea la lista en la que tu nombre aparezca esta es una excelente oportunidad para establecer y consolidar una nueva red de contactos, de hacer nuevos amigos y de disolver viejas enemistades. Aprovecha la situación para ampliar tu red de relaciones personales y profesionales.

Y no te olvides de actuar con los demás conforme a como te gustaría ser tratado por ellos. Aunque esta recomendación puede estar más dirigida a los que toman decisiones en este tipo de procesos resulta válida para todos. Si eres un profesional con alguna capacidad de decisión en el proceso toma en cuenta que tus subordinados pueden valorarte como un jefe duro e insensible o como un líder exigente pero humano. Comunica tanto como puedas, sin demoras excesivas, y con excelencia en los términos usados.

La forma en como gestiones el proceso redundará directamente en tu imagen como profesional o directivo y revertirá en la motivación de tu equipo. 


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