Tiempo de lectura: 3 minutos

Trabajo en una startup y estamos creciendo. Creo que tengo posibilidades de desarrollo interno pero no estoy convencido de que mi compañía este contando conmigo para los nuevos puestos que se están creando. ¿Qué puedo o debo hacer? Marcos M… (Guadalajara)

En muchas ocasiones a las propias personas que han conseguido crecer profesionalmente les resulta difícil de expresar las razones de su consecución. La respuesta de que existen unas condiciones, aptitudes o habilidades específicas es sólo una explicación tangencial.

De hecho, décadas de investigación relativa a logros, sugiere que la gente con éxito alcanza sus objetivos no solo por quienes son (aptitudes) sino por lo que hacen (actitudes).

He aquí alguna de las actitudes que genéricamente te pueden conducirte al éxito sea cual sea la actividad profesional que desarrolles

1- Capacidad para concretar. Es necesario ser lo más específicos posibles.  “Perder 5 kilos” es un objetivo mejor definido que “Perder algo de peso”, porque da una idea clara de a qué se parece el éxito. Saber exactamente lo que se quiere conseguir te mantiene motivado hasta que lo consigas. Piensa una acción específica que debas tener en cuenta para alcanzar tu objetivo. Si te prometes “comeré menos” o “dormiré más” es demasiado indefinido, se claro y preciso.

2- Aprovecha cada momento para actuar. Estamos tan ocupados, y con tantos objetivos que perdamos oportunidades de actuar simplemente porque no nos damos cuenta. Realmente, ¿no has tenido tiempo para hacer ejercicio hoy?. ¿No has tenido ni un minuto para devolver esa llamada de teléfono? Conseguir una meta significa aprovechar esas oportunidades antes de que se escurran entre los dedos.

3-Se optimista pero no te engañes a ti mismo. Cuando te planteas una meta, se pone en marcha el pensamiento positivo sobre la probabilidad de conseguirla. Confiar en tu habilidad para tener éxito es muy útil para generar y mantener tu motivación. Pero hagas lo que hagas, no subestimes lo difícil que puede ser conseguir lo que te has propuesto. Los objetivos no se alcanzan sin esfuerzo, requieren tiempo, planificación, y persistencia.

4-Concéntrate en mejorar. Confiar en tu habilidad para conseguir tus objetivos es importante, pero es más importante confiar en que puedes tener esa habilidad. Muchos de nosotros pensamos que nuestra inteligencia, nuestra personalidad y nuestras aptitudes físicas están fijadas y por tanto no es posible mejorarlas. Aceptar el hecho de que es posible el cambio permite valorar mejores tus opciones e incrementar tu potencial y tus posibilidades de mejora.

5- Asume riesgos. Voluntad de comprometerte con objetivos a largo plazo, y persistir ante la dificultad. El esfuerzo, la planificación, la persistencia y buenas estrategias son lo que realmente te lleva al éxito. Aceptarlo no sólo te ayudará a ver tus objetivos con mayor precisión, sino también tener más confianza y agallas.

6- Autocontrol. El autocontrol es como cualquier otro músculo en tu cuerpo, cuando no lo ejercitas se debilita, pero cuando lo ejercitas de forma regular se hará más fuerte y capaz de ayudarte a conseguir tus objetivos.
Asume un reto. No tomar más aperitivos ricos en grasa, hacer 100 abdominales al día, ponerte recto cuando te des cuenta de que estás encorvado, intentar aprender una nueva habilidad. Comienza sólo con una actividad, y elabora un plan de respuesta para cuando comiences a encontrar algún problema. (Si se me antoja un bocadillo, comeré una pieza de fruta o tres piezas de frutos secos). Será difícil al principio, pero cada vez será más fácil.

7- Aprovecha las oportunidades. No importa lo fuerte que haya conseguido ser tu fuerza de voluntad, es importante tener en cuenta el hecho de que si la sobrecargas puedes llegar a agotarla. No te propongas dos metas de una vez, si puedes evitarlo (como dejar de fumar y empezar una dieta al mismo tiempo). Las personas con éxito saben que no deben convertir una meta en algo más difícil de lo que por si ya puede ser.

Me encantaría haberte ayudado.