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Vuelvo a escribir sobre temas de empleo recordando que el año pasado se siguieron destruyendo en nuestro país más de 200.000 empleos. Esta claro que es una noticia totalmente nefasta dado que el resultado final es que tenemos registrados en los servicios públicos de empleo más 4,1 millones de desempleados.

Hemos de ser conscientes de que más de la mitad de nuestro desempleo ha sido generado desde el año 2008 y como consecuencia del impacto “español” de la crisis inmobiliaria.

Aunque es evidente que se ha reducido la velocidad de destrucción de empleo (en los años 2008 y 2009 se redujeron 840.000 y 720.000 empleos respectivamente) lo que sin duda puede ser utilizado como dato positivo por alguna parte de nuestra clase política, no debemos llevarnos a engaño, la situación del empleo es catastrófica y el volumen de unidades familiares con todos los miembros en desempleo y el de que no se perciben rentas de ningún tipo no va a dejar de crecer.

Lo más significativo de los datos del 2010 es la caída del empleo industrial. Parece que la caída del empleo en el sector de la construcción se ha detenido definitivamente y se constata una cierta estabilidad en el volumen de empleo en el sector servicios. Constatamos que, en el sector industrial, la reacción no es positiva y que sigue reduciendo sus volúmenes de empleo. Si nuestro tejido industrial no es capaz de reaccionar a lo que parece ser la salida de la crisis en los entornos internacionales las posibilidades de consolidación de la recuperación son mínimas.

En otras palabras, si no deseamos volver a la construcción como motor, nuestro futuro sólo puede pasar por potenciar la industria, mantener nuestro sector turístico, el crecimiento del sector exterior y desarrollar una verdadera industria del conocimiento. 

Por ello las perspectivas no parecen ser ni de mucho tan halagüeñas como hace poco ha previsto el gobierno en boca de nuestro presidente. Dudo de que seamos capaces de crear empleo neto en el segundo semestre del corriente año 2011. Por cierto es de notar que una parte importante del empleo creado en el 2010, en palabras del propio Secretario de Estado de la Seguridad Social, es debido al impulso del sector turístico y al desarrollo que se ha dado a la ley de dependencia. Aunque son empleos netos, no parecen evidentemente ser de alto valor añadido.

Y frente a todo ello tenemos el problema de la confianza a la que pretendo dedicarme de forma más o menos monográfica en las próximas semanas. Y una de confianza, para empezar, ¿como vamos a salir de la crísis, cómo vamos a crear empleo si, según la última encuesta del CIS sólo el 20% de los ciudadanos cree que el volumen de empleo mejorará en este año?.

Bueno es lo que estamos viviendo en estas primeras semanas del año básicamente centrados en una paralización económica casi total y con escenarios en perspectiva que no favorecen los ánimos de los actores económicos. Por ejemplo los planteamientos respecto a la continuidad en la restricción del crédito, que va a a consolidarse en este año.

Ya me diréis que es lo que nos espera y cómo vamos a superar la pesadilla.