Trabajo en una Pyme. Vamos bien y el puesto es muy interesante. Sin embargo no tengo muy claro mi futuro ni si mi jefe confiará en mi como su sustituto. ¿Qué debo hacer para mantener mi empleabilidad? Ramon R….. (Tarragona)
Nadie es imprescindible. Y ésta máxima que resulta válida para todo tipo de entornos es fundamental en los entornos profesionales. Todos conocemos a personas de éxito (imprescindibles) y a individuos que “teóricamente” aportan poco valor. También hemos podido comprobar que a menudo resulta mucho más compleja la sustitución de una recepcionista o de un vigilante de seguridad que la de un director general.
Todos, y tú no puedes ser una excepción, somos conscientes de que hoy nadie tiene un puesto de trabajo asegurado.
Paralelamente todos somos conscientes que las causas de pérdida de un empleo son muchas veces independientes de la voluntad y de la responsabilidad de los individuos. Hoy todos debemos de ser conscientes de nuestra “prescindibilidad”. Finalmente lo relevante es la actitud: ante el cliente y la consecución de resultados.
He aquí algunas orientaciones que te ayudaran a “convertirse en imprescindible”. Para ello es necesario que te convenzas de:
Soy importante, no el mejor. Qué aporto es la primera pregunta que debe responderse el profesional que desee colgarse el cartel de imprescindible. Recordemos la máxima: nadie te va a pagar por lo que sabes sino porque lo sabes hacer con lo que sabes. Esto quiere decir que únicamente sólo aquellos cuyo esfuerzo tiene impacto en la cuenta de resultados son imprescindibles.
Debo ser proactivo. Debemos ser proactivos e intentar incrementar, en la medida de lo posible, el valor de nuestro puesto de trabajo. Sólo los puestos que aporten valor serán considerados sin discusión dentro de la organización. Paralelamente podemos hacer muy bien las cosas pero nuestro esfuerzo puede pasar inadvertido si no somos capaces de vendernos de forma adecuada.
El valor que aportas debe de actualizarse día a día. Debemos mostrar interés por saber qué se espera de ti. Para ello te propongo que pidas un feedback de formar regular, conocer los objetivos y expectativas que tu jefe tiene sobre ti y ser autoexigente para intentar superarlas.
Debes de convertirte en un lider y aprender a evitar los conflictos. El conflicto con tu equipo dificulta la relación y entorpece la consecución de buenos resultados. Y, la disconformidad con su jefe… puede poner en riesgo su puesto de trabajo.
Y, por si acaso. No dejes de relacionarte o comunicarte con potenciales empleadores para que te conozcan. Este conocimiento y tu participación en entornos profesionales puede ser una baza muy importante si alguna vez dejas de ser imprescindible o simplemente surge una nueva oportunidad que te motive al cambio.
Ramón……Espero que mis reflexiones te sean de utilidad.
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