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Este mes de Junio hará tres años de declaración, lanzada en 2020, sobre teletrabajo e innovación promovida por la Women In a Legal World y la 50&50 Gender Leadership Advisory

Una declaración accesible en DECLARACIÓN TELETRABAJO & INNOVACIÓN – Search (bing.com) que según los propios autores se resume en 12 compromisos +12 causas. Un proyecto interesante pero que me atrevo a calificar como “naif”. Han pasado ya casi 3 años, muchas cosas se han confirmado, simplemente, como imposibles y otras….

He aquí los 10 principios relevantes de esta declaración a los que incorporo en la parte final algún comentario de carácter personal.

Nueva cultura empresarial

Promover una cultura empresarial que combine trabajo presencial y a distancia de manera flexible siempre que la naturaleza y objeto dela relación laboral lo permitan y de conformidad con la normativa legal y/o interna en vigor.

Tecnología y teletrabajo

Impulsar la digitalización en el sector público y privado con el fin de promover la transformación organizativa y el teletrabajo tomando en cuenta que la conectividad representa un papel fundamental en la flexibilidad y en la eficiencia de estos sistemas.

Tecnología al servicio de las personas.

Garantizar el derecho a la desconexión digital para preservar la salud de las personas, fomentar la corresponsabilidad e impulsar la productividad empresarial. Sensibilización del personal sobre un uso razonable de las herramientas tecnológicas que evite el riesgo de fatiga informática

Entorno colaborativo

Generar un entorno colaborativo y promover la comunicación entre los/las directivos/as y las personas trabajadoras y entre los distintos equipos, tanto en entornos presenciales como a distancia. Impulsar la creatividad para que el teletrabajo genere eficiencia y compromiso en la organización.

Liderar con cercanía y evaluar por objetivos

Liderar con seguridad y cercanía para implantar nuevas metodologías de trabajo ágiles y equipos diversos y de alto rendimiento. Dirigir y evaluar por objetivos.

Asegurar la salud y seguridad

Asegurar la salud y seguridad de los trabajadores en el trabajo remoto,  facilitando los medios materiales y los servicios tecnológicos y plataforma necesarios para desempeñar su labor en condiciones adecuadas; así como evaluando los riesgos psicosociales ligados al teletrabajo.

Desarrollo de las competencias tecnológicas

Fomentar la formación en competencias tecnológicas de las personas trabajadoras a fin de que puedan acogerse a esta modalidad de trabajo sin desigualdades por razón de edad o condición; así como fomentar la formación y asistencia técnica en remoto para garantizar la operatividad de los sistemas.

Manual de buenas prácticas

Desarrollar políticas internas dirigidas a las personas trabajadoras en las que se incluyan las modalidades del trabajo flexible y a distancia y un plan de acción consistente para su aplicación.

Establecer métricas

Que permitan evaluar el grado de implantación de las medidas adoptadas, su eficiencia, el impacto para la salud física y mental de los trabajadores y su grado de motivación que además puedan ser compartidas con otras organizaciones.

Teletrabajo y sostenibilidad

La generalización del teletrabajo es una oportunidad para reducir la huella de carbono y un instrumento para promover la sostenibilidad a distancia. Las organizaciones deben de comprometerse a valorar este factor en sus políticas actuales o futuras en materia socioambiental.

Y mi comentario de “naif” lo pongo en relación con los elementos siguientes:

  1. Este es un ejemplo claro de los «manifiestos» centrados en «las buenas intenciones» que todos podemos apoyar porqué no se «mojan» en la propuesta de iniciativas concretas.
  2. Se habla de estructuras empresariales cuando habría que hablar de estructuras organizativas. Conviene tener presente que una parte muy significativa de los “trabajadores” a los que se refiere la declaración están vinculados –en formatos de contratación diversos- en entornos organizativos (empezando por los de carácter público) que no pueden ni deben ser calificados como empresariales.
  3. No se toma en cuenta que muchas de las “organizaciones” (en los términos indicados en el punto anterior) son Pymes donde determinados criterios son muy difíciles de implementar o claramente imposibles.
  4. La necesidad de fomentar el entorno colaborativo choca con la realidad y la presencia de entornos culturales que no son muy favorables a este entorno. Si éstos no cambian los demás ítems (incluido el trabajo colaborativo) no pueden desarrollarse.

Casi tres años después todos constatamos donde estamos… ¿Verdad?