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Trabajo en una empresa de servicios y estamos creciendo. Creo que tengo posibilidades de desarrollo pero no estoy convencido de que mi compañía cuente conmigo para los nuevos puestos que se están creando. ¿Qué puedo o debo hacer? Albert T (Sabadell)

En muchas ocasiones a las propias personas que han conseguido crecer profesionalmente les resulta difícil de expresar las razones de su éxito. La respuesta de que su desarrollo se basa en aptitudes o habilidades especificas es sólo una explicación tangencial.

Lo más relevante en todo caso es que sólo tendrás la oportunidad de crecer profesionalmente si al margen de conseguir resultados en la tarea/rol que desarrollas en este momento eres capaz de generar en tu entorno conductas positivas. Debes de tener siempre presente que el éxito se alcanza no solo por quienes somos (aptitudes o competencias) sino por lo que hacemos (actitudes) y cómo lo hacemos (conductas).

He aquí alguna de las actitudes o conductas que se generalmente se asocian con las personas que consiguen el éxito:

1- La concreción. Es necesario ser lo más específicos posibles.  “Perder 5 kilos” es un objetivo mejor definido que “perder peso”, porqué da una idea clara de a qué se parece el éxito. Saber exactamente lo que queremos conseguir nos mantendrá motivados y alineados con su consecución.

2- La eficiencia. Estamos tan ocupados, y con tantos objetivos que perdamos oportunidades de actuar simplemente porque no nos damos cuenta. Realmente, ¿no has tenido tiempo para hacer ejercicio hoy? ¿No has tenido ni un minuto para devolver esa llamada de teléfono? Para conseguir un objetivo es muy relevante aprovechar las oportunidades antes de que se escurran entre los dedos.

3- El optimismo. Cuando te planteas una meta, se pone en marcha el pensamiento positivo sobre la probabilidad de conseguirla. Confiar en tu habilidad para tener éxito es muy útil para generar y mantener tu motivación aunque se consigan con planificación, esfuerzo y persistencia. Pero hagas lo que hagas, no subestimes lo difícil que puede ser conseguir lo que te has propuesto.

4- Motivación positiva. Confiar en tu habilidad para conseguir tus objetivos es importante, pero es más importante alimentarla o mejorarla. Muchos de nosotros pensamos que nuestra inteligencia, nuestra personalidad y nuestras aptitudes físicas están fijadas y por tanto no es posible mejorarlas. Aceptar el hecho de que es posible el cambio permite valorar mejores opciones e incrementar tu potencial y tus posibilidades de mejora.

5- Capacidad para asumir riesgos. Voluntad de comprometerte con objetivos a largo plazo, y persistir ante la dificultad. La creatividad y la capacidad para implementar cosas nuevas, junto con la planificación, la persistencia y las buenas estrategias son lo que realmente te lleva al éxito. Aceptar esto no sólo te ayudará a ver tus objetivos con mayor precisión, sino también tener más confianza y agallas.

6- Control de uno mismo. El autocontrol es como cualquier otro músculo en tu cuerpo, cuando no lo ejercitas se debilita, pero cuando lo ejercitas de forma regular se hará más fuerte y capaz de ayudarte a conseguir tus objetivos.
Asume un reto. No tomar más aperitivos ricos en grasa, hacer 100 abdominales al día, ponerte recto cuando te des cuenta de que estás encorvado, intentar aprender una nueva habilidad. Podemos alimentar nuestro autocontrol desarrollando una actividad y elaborando un plan de respuesta para cuando comiences a encontrar algún problema

7- Saber aprovechar las oportunidades. Aquello que yo resumo a menudo como “saber estar en el lugar adecuado en el momento oportuno”. Ante una oportunidad finalmente consigue apropiarse de ella aquella persona que tiene la capacidad y el sexto sentido adecuados o simplemente aquella que ha sabido establecer previamente compromisos con terceras personas para poder destacar en estos momentos.

Espero Albert haberte aportado algún valor.