Trabajo como ingeniero en una empresa industrial. Entré en prácticas y me he ido consolidando. No tenía previsto un cambio pero acepté participar en un proceso de selección para el líder de nuestro sector. En los próximos días tendré la entrevista clave. ¿Qué orientaciones me puede facilitar? Albert P (Tarrasa)
Muchas veces la causa fundamental del “fracaso” en el desarrollo de la carrera profesional es no saber afrontar la entrevista final. He aquí las ideas que considero claves para superar este “examen “:
La primera recomendación que voy a hacerte es la de que tomes consciencia de que la entrevista no empieza el día “D” a la hora fijada por el entrevistador. La entrevista ha empezado en el momento en que has sido convocado para ella.
A partir de aquí creo que es conveniente que tomes en consideración los aspectos siguientes:
- Prepárate por dentro y por fuera. Piensa en tu imagen personal, cómo vestirás.
- Intenta estar desde ya en una actitud fuerte y segura, pero al mismo tiempo ágil y dinámica.
- Infórmate al máximo sobre tu interlocutor y sobre la empresa que desea contratarte. Cuanta más información obtengas más seguro te sentirás.
- Prepara un guion sobre las preguntas claves, aquellas que tú harías si estuvieras en la posición del seleccionador.
- Elabora el listado de cuestiones que tú debes de hacer tomando en cuenta la posición del entrevistador. No son las mismas preguntas las que deben de formularse a un reclutador que las que deben y pueden formularse a tu posible nuevo jefe.
Para dar la mejor visión sobre ti, el trabajo pre-entrevista debes de enfocarlo a:
- Intentar saber los motivos por los que has sido convocado. En otras palabras que es lo que despertado el interés de tu interlocutor.
- Investigar las necesidades y problemas de la empresa para poder presentarse como la solución a todos esos problemas o como la persona adecuada para atender sus necesidades.
- Hacer pruebas o simulaciones con un tercero o ante el espejo sobre tus respuestas a las preguntas claves.
En la entrevista:
- Has de confirmar lo más rápidamente posible tus expectativas sobre las razones de tu convocatoria con objeto de adaptar inmediatamente tu mensaje a estas expectativas haciendo, de entrada, una buena presentación de uno mismo. Dos, tres minutos le han de bastar para posicionar su “producto” de una forma atractiva.
- Desconfía de que tu interlocutor haya analizado en profundidad tu CV en profundidad. Deje puertas abiertas a las preguntas que desee formularte.
- No olvides que es el entrevistador quién lidera la entrevista, la pelota está en su tejado. Sin embargo es importante que le hagas hablar, sentirse cómodo, relajado con objeto de que te facilite el mayor volumen de información posible sobre la sus necesidades.
- Intenta contestar a todas las preguntas. Usa ejemplos sobre tus logros que sean aplicables a la dinámica y problemática de la compañía que quiere contratarte.
- No evites hablar de tus puntos débiles. Habla de ellos con honestidad, afrontándolos, extrayendo información de aprendizaje positivo. Y ya que hablamos de positivos…huye de todas las frases con connotación negativa: “El problema era” , “aunque no poseo”, “tuve mala suerte”.
Por último recuerda de no terminar la entrevista sin concretar futuras acciones. No te despidas de tu interlocutor sin, al menos, un compromiso de llamada para continuar en el proceso o para informarte que no has sido la persona seleccionada. En el fondo se trata de que también en este punto muestres un imagen profesional.
Te deseo mucha suerte.
Deja tu comentario