Tiempo de lectura: 4 minutos

Escribí en Agosto del 2012 un post en mi blog en el que me refería a los deberes que todos/as teníamos pendientes para el curso 2012-2013.

Un post dedicado a reflexionar sobre la posibilidad de un rescate económico de nuestro país, en un momento en el que estábamos empezando a ver en el horizonte la salida de la crisis iniciada en los años 2008/2009. Por cierto, un post accesible en el link http://pauhortal.net/blog/esto-solo-lo-arreglamos-entre-todos-version-2012

Y comentaba que me había “apropiado” como título del mismo del “slogan” creado por una campaña, que muchos recordamos, y que contó (en 2010) con un gran impulso pero que se hundió de forma tan rápida como la que fue puesta en marcha.

Con independencia del resultado final (muy condicionado por factores políticos) creo que en el lema estaba bien planteado y que hoy, tras la crisis vivida en los últimos meses por el impacto del coronavirus, podría ser perfectamente aplicable a la situación que estamos viviendo. A saber: esto sólo lo arreglamos si todos nos ponemos a ello y entre todos hacemos la “limpieza” que sea necesario hacer. Y no me refiero únicamente a la de carácter sanitario.

Repito lo que formulaba en el citado post “Dos años después (verano del 2012) pensaba, muchos creíamos en ello, que las cosas iban a mejorar sustancialmente en el curso que íbamos a iniciar. Sin embargo, la realidad ha sido mucho más dura de lo que todos creíamos y de la que todos esperábamos. Porqué lo que todos ya auguran es que el próximo curso 2012-2013 va a ser incluso peor (..) y que, bajo ningún supuesto seremos capaces de romper la dinámica de crisis hasta, como muy pronto, el segundo semestre del 2013”. No voy a incidir en lo que realmente ocurrió, aunque conviene recordar que la salida, no empezó a visualizarse para los ciudadanos de este país hasta bien entrado el 2014.  

Y sigo con los argumentos apuntados en 2012. “He estado releyendo estos días de la primera semana de agosto un informe económico de Noviembre del 2009 que situaba el techo a alcanzar en materia de desempleo en 4,5M de personas. No hace falta recordar que estamos ya en los 5,6M (con previsión incluso de alcanzar los 6) y, lo que resulta en todo caso incluso más grave es que tenemos a más de la mitad de nuestros jóvenes en situación de desempleo”. Recordamos que los datos de Marzo 2020 nos sitúan en 3,5M (con un incremento brutal desde el inicio de la declaración de alarma y con previsiones alarmentes a corto plazo) y que seguimos con tasas de desempleo juvenil que en todos estos años no ha bajado del 30% y que ahora ya se sitúa en cifras cercanas al 40%.


No tengo ninguna duda sobre la capacidad del ser humano para superar esta crisis…. También estoy de acuerdo con Genís Roca en una expresión que ha formulado en un tweet “Las crisis son las que motivan de verdad al cambio”.


La que estamos viviendo hoy (al margen de ser recordada por ser la primera de las crisis sanitarias globales) nos va a exigir dotarnos de competencias totalmente nuevas y de una capacidad de enfoque distinta respecto a algunos de los problemas y situaciones que nos vamos a encontrar como especie en un futuro más que cercano.

De lo que si dudo es del camino que vamos a tener que recorrer para superarla y del lugar exacto en el que nos encontremos cuando la superemos, una duda incluso reforzada por la incapacidad que hemos mostrado para anticiparnos y afrontar el problema en las primeras fases. Dudo también si las reformas estructurales que vamos a llevar a cabo van a ser las adecuadas y en la dirección correcta, etc.  

Dudo sobre si vamos a impulsar los cambios en nuestro sistema educativo que, –aunque sus efectos sean a largo plazo- son absolutamente necesarias. Dudo de si vamos a ser capaces de arbitrar las medidas para que el crédito y los recursos fluyan a las fluya a las pequeñas y medianas empresas que como todos sabemos son el elemento central de nuestro tejido económico. Dudo sobre si se van a acometer las reformas en el sector público que son absolutamente necesarias. (por favor recordemos que una cosa es “sector público” y otra la “gestión pública”). Dudo si tenemos una clase política capaz de asumir el liderazgo que precisamos, aunque estoy convencido de que es probablemente la que nos merecemos.


Hemos de cambiar todos, modos de vida, modelos de relación social etc, dado que el riesgo de que aparezcan soluciones “milagrosas” y con perspectivas estrictamente populistas no es ni mucho menos un escenario imposible.


Auguro que pueden producirse muchos cambios en un futuro cercano si nuestra clase política no es capaz de cambiar su “chip”. El debate sobre “vigilancia o empoderamiento” que filósofos y pensadores como Daniel Innerarity y Yuval Harari plantean en sus reflexiones publicadas en diferentes medios este fin de semana (y al que probablemente debería de referirme pronto en este blog) va a estar encima de la mesa. Un debate que se plantea en un contexto en el que los ciudadanos no somos imbéciles y que (salvo algunas excepciones) estamos demandando mayor claridad y transparencia, disponibles a aceptar que los líderes dejen de mentirnos a pensar de que, paralelamente, también podamos ser claramente manipulables. 

Y para terminar os paso un link a lo que, probablemente, es de lo mejor que visto/leído en estos días sobre el Covid-10 y sus consecuencias. Aquí tenéis el link https://www.lavanguardia.com/vida/20200403/48284418355/reino-unido-londres-coronavirus-covid-19-corresponsal-boris-johnson-carlos-v-pandemia-video-seo-ext.html No deseo terminar este post sin un reconocimiento expreso a Rafael Ramos, su autor.. ¡Muchas gracias!

Recordemos ¡Esto lo arreglamos entre todos/as! Pero para ello precisamos que todos/as desde nuestro rol, papel, profesión, tarea no sólo pensemos en nuestros intereses individuales sino en objetivos comunes.