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En la primera versión de este post escrito en 2014 me referí al hecho de que una de las claves del éxito personal y organizativo era saber cuando toca aprender y cuando ha llegado el momento de desaprender.

Un post accesible en Desaprender – Pau Hortal

Una reflexión basaba en los comentarios formulados por Pilar Cambra en diversas reflexiones publicadas en Expansión. Posteriormente, otros muchos autores/profesionales se han referido a estos temas entre los que me atrevo a destacar a Juan Carlos Cubeiro y a las opiniones que formula en https://empresas.blogthinkbig.com/talento-y-personas-juan-carlos-cubeiro/

En pleno momento de “ruptura” de muchas de las certezas que hemos asimilado y que incluso considerábamos como “verdades absolutas” es bueno recordar que la capacidad de desaprendizaje (que me permito relacionar con la de resilencia) es uno de los aspectos/habilidades fundamentales en el desarrollo profesional y especialmente en aquellos/as que asumen una función directiva.

Escribí en la versión inicial de este post: “Paralelamente durante estos mismos años una serie de procesos se han ido creando y desarrollando a la espera de surgir en la superficie en el momento en el que algo rompiera la estabilidad de un entorno que finalmente se ha definido como una burbuja. Y esto es lo que nos está ocurriendo con la crisis que nos está tocando vivir y que muchos empiezan ya a definir como la tercera guerra mundial. Lo único cierto,  mientras tanto, es que seguimos viviendo, seguimos en crisis, y no tenemos ninguna claridad sobre cuándo, cuánto y cómo saldremos de ella”. nas reflexiones que hoy 8 años después siguen teniendo vigencia enfrentados como estamos ante los efectos del conflicto bélico en Ucraïna.


Desaprender es probablemente mucho más difícil y complejo que aprender.


Al margen, hemos de ser conscientes que todo nuevo proceso de aprendizaje exige algun proceso previo de desaprendizaje. Cuando estamos sumidos en rutinas y comportamientos que se han consolidado durante años, los cambios son difíciles. Aunque probablemente es en este camino en el que se cifra la supervivencia y el éxito futuro.