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Hoy día 22 (domingo) estoy haciendo el primer esfuerzo para situarme en el ámbito profesional. Mañana 23 será mi primer día hábil. He intentado desconectar al máximo durante las últimas 3 semanas y lo he conseguido en los momentos en que he cerrado mi blacberry o simplemente no llevarla conmigo.

He aprovechado también algún momento de estos días para actualizar y revisar algunas secciones de mi blog. Aunque la idea inicial era la de hacer cambios radicales, inclusive en imagen, finalmente hemos optado por mantener la estructura eliminando algunas secciones e incorporando imágenes y un buscador que facilite a mis lectores el acceso a los documentos y a los diferentes temas sobre los que he estado trabajando en estos ya tres años de desarrollo del proyecto.

Aunque ya tendré oportunidad de hablar/escribir con más detalle sobre algunas de las experiencias vividas en estas últimas semanas quiero, no obstante, dejar en esta primera entrada constancia de dos cuestiones que inicialmente quería incorporar en el título de esta entrada pero que finalmente he eliminado. A saber: revolución tecnológica, exitos y confianza. Términos que aunque puede parecer que no están relacionadas creo que tienen muchas más relaciones de lo que a primera vista puede parecer.

El primero tiene que ver con la lectura de uno de los libros que más me han ocupado en estos días. Se trata del libro de Enrique Dans “Todo va a cambiar” del que podeis encontrar la referencia en este blog. Es un libro que tenía desde hace algún tiempo, pendiente, pero al que no había prestado la atención que probablemente se merecía y que ahora he podido constatar y confirmar.

Me parecen muy interesantes las aportaciones de Enrique y en particular considero geniales las ideas que incorpora en el capítulo 13 “la evolución de la tecnología: del ordenador a la nube”, a las que dedicaré en los próximos días una nota más extensa. Ahora simplemente quiero recordar un párrafo que aparece en la página 109 del que me permito entresacar un par de frases. “Toda revolución (se refiere a la revolución tecnológica), indefectiblemente conlleva bajas…… (aunque) en ocasiones las bajas se escenifican como personas obligadas a un cambio de vida drástico, brutal, que tambalea todas sus referencias anteriores”. Y por último “jamás en la historia una tecnología se ha detenido debido a las protestas de quienes utilizaban o dominaban la tecnología anterior”. Evidente este comentario tiene que ver con la implantación en las organizaciones de los nuevos desarrollos informáticos basados en soluciones remotas, nuve, SaaS, etc. ¿Qué os parece?.

La segunda tiene que ver con el binomio éxitos deportivos y confianza, binomio sobre el que si te mueves fundamentalmente entre Barcelona y Madrid, como es mi caso, tiene un reflejo totalmente diferente del que seguro tiene en otros ámbitos geográficos del conjunto del país, como, por otra parte, he podido constatar suficientemente en el viaje que he hecho por Castilla en la “ocupación” a la que he destinado gran parte de las dos últimas semanas.

Somos un país que vivimos en un entorno dual en el que conviven la satisfacción por los éxitos deportivos (centrados en el futbol pero al que no son ajenos otros deportes) y la preocupación (falta de confianza en nosotros mismos) por una situación a la que somos incapaces de visualizar su salida, también, por la falta de un liderazgo claro que nos ayude a ello.

He asistido a un gran número de reuniones empresariales, en los últimos meses, en los que se la destacado la importancia de la confianza en la superación de la crísis. Pongo este comentario en relación a lo ocurrido con España en relación a las nuevas medidas de reestructuración (reducción del gasto y reforma laboral) que ha puesto en marcha nuestro gobierno, las expectativas de un otoño muy complicado que se iniciará con la huelga general del 29 de Septiembre, y la visión sobre nuestro futuro que se genera en nosotros mismos como en los famosos mercados con la reciente victoria de nuestra selección en el mundial de Sudáfrica, la victorias de Contador en el Tour, la posición de número 1 de Rafa Nadal, la probable victoria de Lorenzo en el Mundial de moto GP y las excelentes expectativas de nuestra selección de baloncesto (este sí que es mi deporte).

Somos un país que estamos por una parte adquiriendo una notoriedad global como consecuencia de la conjunción del esfuerzo desarrollado por muchos, empezando por los propios deportistas (generamos confianza). Paralelamente somos un país tutelado por unas instituciones globales que no tienen muy claro si vamos a ser capaces de adaptar nuestros mecanismos reales y mentales a la nueva situación, (generamos desconfianza).

Bueno como reflexiones de “aterrizaje” creo que son suficientes.