Creo que estoy desarrollando una trayectoria con éxito pero no sé muy bien donde voy, y donde debería ir. Con el conocimiento que ya tiene sobre mí…¿qué consejos puede darme para que consiga consolidar el cambio que deseo tener? Marcos M (Madrid)
Los humanos somos seres sociales que necesitamos del contacto con otros individuos de nuestra propia especie para crecer y desarrollarnos, en definitiva para gestionar el cambio. Nos desarrollamos a través de nuestras relaciones con los demás, el maestro enseña al aprendiz, el mentor guía a su protegido, el experto controla los niveles de calidad de un determinado producto o proyecto, etc.
Estarás de acuerdo conmigo en que la gestión de la carrera profesional es hoy mucha más compleja que hace 20/30 años, y que además se está viendo afectada por los procesos que estamos viviendo (crisis, transformación digital etc) que generan cambios en las necesidades organizativas y nuevos requerimientos formativos y demanda nuevas capacidades a los recursos humanos que integran.
Mientras que tradicionalmente el concepto de “carrera” se entendía como un conjunto de metas a corto plazo fijadas en diferentes puestos y/o compañías, y como un proceso cuya responsabilidad era compartida entre el propio individuo y la organización de la que formaba parte, hoy el término ha pasado a ser un proyecto cuya responsabilidad última recae en el individuo, no tiene tanto que ver con un puesto de trabajo, sino con una trayectoria sujeta a un proceso de cambio constante, y que exige un esfuerzo más sostenido.
El cambio y la evolución/adaptación son hoy elementos claves de toda trayectoria profesional.
El cambio ha de orientarse, siempre, a mantener la propia empleabilidad. Los cambios comportan necesariamente modificaciones en los entornos relacionales. Cuando nos enfrentamos frente a un proceso de cambio el peor hándicap es la falta de información sobre el exterior, sobre las nuevas alternativas. En muchas ocasiones las exigencias de nuestra situación: puesto, responsabilidades personales y familiares, nos dificultan la posibilidad de hacer nuevos enfoques. Desconocemos que alternativas existen y si las conocemos no sabemos que se precisa para conseguirlas. Podemos constatar multitud de experiencias profesionales en las que sólo la capacidad para establecer nuevos ámbitos relacionales han permitido el cambio deseado.
Para desarrollar este proceso puedes utilizar los medios formales de reclutamiento (portales de empleo, empresas de selección etc) o basarte en tu entorno relacional (familia, contactos profesionales, etc) pero como han percibido multitud de estudiosos estas mismas fuentes de relación son normalmente trampas ya que tienden a reforzar lo que somos y resultan barreras para la experimentación. Es imposible plantearse un cambio profesional sin inicialmente hacer algún esfuerzo por alterar nuestros círculos sociales y profesionales, que evidentemente se consolidarán, en el momento en que lo consigamos.
En este sentido te invito a reflexionar con el vídeo https://www.youtube.com/watch?v=7fNP3fNmRwA
Desde la década de los 70 del siglo pasado está demostrado que una vez iniciada una trayectoria profesional la gran mayoría de nosotros crecemos profesionalmente a través de los contactos personales que hemos sido capaces de establecer. También (y en la línea de las reflexiones que propone el video) a través de perseguir y poner en marcha nuestros propios sueños profesionales.
Y lo que se ha confirmado estadísticamente, ya desde el primer momento, es que los contactos que iban a permitir y facilitar el cambio no eran ni amigos, ni familiares, ni compañeros cercanos al individuo en situación de búsqueda (lo que denominamos técnicamente la primera línea del networking) sino nuevos contactos generados en el propio proceso, obtenidos a través de esta primera línea o por otros medios (segunda línea de networking). Lo que convierte a un contacto en la primera linea de networking como útil en el proceso de cambio profesional no es ni la intimidad con esta persona, ni su poder, ni su voluntad de ayudarnos sino la probabilidad de que esta persona conozca a gente distinta de la que nosotros conocemos y por tanto nos pueda proporcionar información y oportunidades diferentes.
Por tanto la única manera de enfocar el cambio que tu deseas consiste en cambiar tu marco actual de relaciones, buscar nuevos grupos de referencia, encontrar figuras guía que nos animen y si es necesario integrarnos en nuevos grupos. Probablemente la luz te la ofrecerá alguien desconocido en el momento que iniciamos el proceso. A partir de estas reflexiones y de los contenidos sobre cómo trabajar la “red de contactos” que encontrarás en el blog espero que consigas tus objetivos.
Te deseo mucha suerte.
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