Tiempo de lectura: < 1 minuto

Soy una de esas personas convencidas de que son realmente muy pocos aquellos que pueden desarrollar todo su potencial por sí mismos y sin ayuda. En este momento es cuando podemos estar empezando a sentir la necesidad de un coach, de un guía. Pero ¿Qué es el coaching?

Un coach es un profesional que nos ayuda a encontrar la motivación para cambiar, nos apoya a la hora de identificar nuestros planes de acción personales y su consecuente puesta en marcha, desafía nuestras ideas preconcebidas, nuestros prejuicios… En resumen, que nos apoya en nuestro proceso de mejora.

Entre las personas que he conocido que han sido guiadas por un coach, la opinión acerca del proceso no puede ser más positiva. En el peor de los casos, han experimentado un cambio en sus vidas profesionales que ha redundado en una mejora de sus resultados individuales, en una mejora de su calidad de vida profesional.

Todos ellos han mostrado su sorpresa final ante una actitud de escepticismo inicial. A nadie nos gusta reconocer que necesitamos ayuda. Lo que uno no se espera -y en eso se basa un proceso de coaching- es enfrentarse con su propio yo. Somos nosotros mismos los que sabemos las causas de nuestras habilidades de mejora, de nuestros problemas.

Como directivos de una empresa, si creemos en las personas, en su potencial, en su incidencia en el negocio ¿porque no pasamos de una vez por todas a respetarlas dedicándoles tiempo? Una gran multinacional deportiva, sin anglicismos, diría: Simplemente hazlo.