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A menudo unas breves líneas te permiten reflexionar….

Este mes de agosto (en el repaso que realizo normalmente de lecturas pendientes) presté atención al mensaje siguiente:

Una estudiante le preguntó a la antropóloga Margaret Mead cuál consideraba la primera señal de civilización en una cultura. La estudiante esperaba que la antropóloga hablara de anzuelos, cuencos de arcilla o piedras para afilar, pero Mead le contestó que se olvidase de las herramientas y que para ella el primer signo de civilización en una cultura antigua es la prueba de alguien con un fémur roto y curado.

Mead basó sus argumentos en el hecho que, en el resto del reino animal, si te rompes la pierna, mueres. No puedes huir del peligro, ir al río a beber agua o cazar para alimentarte. Te conviertes en carne fresca para los depredadores. Ningún animal sobrevive a una pata rota el tiempo suficiente para que el hueso sane. Un fémur roto que se curó es la prueba de que alguien se tomó el tiempo para quedarse con el que cayó, curó la lesión, puso a la persona a salvo y la cuidó hasta que se recuperó.

¡Ayudar a alguien a atravesar la dificultad es el punto de partida de la civilización!