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Escribo este mensaje hoy día 4 de diciembre cuando todavía no está definitivamente resuelta la crisis generada como consecuencia de la irresponsabilidad de un colectivo tan particular como el de los controladores aéreos.

Aunque no me voy a ver directamente afectado por la medida, sencillamente porqué la situación física de mi madre nos ha impedido viajar estos días de puente, como inicialmente teníamos previsto, esto no es óbice para que me permita destacar la importancia de los acontecimientos ocurridos y el negativo impacto que va a tener sobre la imagen España, de la que dependemos, mal nos pese, para nuestra situación económica general (habrá que ver el impacto en el diferencial de la deuda en los próximos días) como en el sector turístico en particular, en el que no podemos olvidar se fundamenta un elevado porcentaje del empleo que somos capaces de generar y nuestra riqueza global.

Aunque los responsables inmediatos son evidentemente los controladores no dejo de pensar en que medida ha habido por parte de todos (empezando por los gobiernos, los partidos políticos y por la sociedad en general) un abandono expreso de una problemática que sabíamos todos que tarde o temprano estallaría. Ah, y en todo caso, confirmar que en este punto habría que poner la gestión de este asunto en el haber del ejecutivo actual dado que éste es el único que, creo, esta haciendo los deberes.

Todos tenemos alguna responsabilidad por no haber sido capaces de enfrentar claramente y resolver un problema corporativo que probablemente hubiese podido resolverse o atacarse a través de la gestión privada en el ámbito aeroportuario, lo que hubiese comportado la creación de diferentes entes jurídicos en una estrategia de divide y vencerás que probablemente minimizaría los riesgos de un caos general como el que estamos viviendo.

Lo creo que la decisión de militarización del colectivo sea la solución adecuada de carácter definitivo, aunque probablemente sea la única viable y posible de forma inmediata para devolver la normalidad al tráfico aéreo.

Hago este comentario bajo al perspectiva y la seguridad de que es necesario también regular de alguna manera la situación generada en las relaciones laborales en nuestro país por una creencia respecto a la “libertad sindical” totalmente obsoleta que permite y facilita la existencia de organizaciones corporativas que responden a intereses particulares y sin una visión general o global como tienen las organizaciones sindicales de ámbito general o más representativas. Resulta chocante que, frente al criterio y sentido común con que éstas últimas están gestionando la actual situación y los conflictos laborales que esta conlleva surjan paulatinamente hechos como los que estamos viviendo basados fundamentalmente en el binomio: sectores esenciales/organizaciones “llamémoslas sindicales independientes” con una visión específicamente corporativa.

Recordemos que todo esto ocurre la misma semana en que el Presidente ha anunciado el inicio de los procesos de privatización de la gestión de los aeropuertos y la de la loteria (dios mío la lotería, si nuestros abuelos levantaran la cabeza….) y que hemos conseguido reducir el diferencial de nuestra deuda gracias, una vez más, a otra de las contradiciones gubernamentales a las que Zapatero nos tiene acostumbrados.

Me refiero claro está a la eliminación de la subvención extraordinaria de los 420 euros a los desempleados de larga duración el día después que el Ministro de Trabajo había anunciado formalmente a los interlocutores sociales el mantenimiento de esta medida.