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El domingo pasado (14/01) Anna Pinter publica en El Punt Avui unas reflexiones como consecuencia del diálogo/entrevista que mantuvimos hace algunos días.

Un artículo accesible en el link “La generació de 18 a 25 anys està perduda laboralment” | Anna Pinter | Barcelona | Gran angular | El Punt Avui que encontraréis a continuación en su versión en castellano con algunos comentarios (señalados específicamente) que complementan lo reflejado en el mismo.

La Fundación Ergon, de ámbito estatal, agrupa a un numeroso grupo de profesionales con el ambicioso objetivo de mejorar un mercado de trabajo muy cambiante y con ineficiencias históricas. El presidente y el vicepresidente son los catalanes Jordi Puigvert y Pau Hortal, que han participado activamente en la elaboración de un informe de propuestas de mejora para la gestión del mercado de trabajo en la que plantean medidas que (…) son de fácil ejecución y que no requieren cambios normativos. Nos explica Pau Hortal en una entrevista en la que repasa los males del actual panorama laboral y las medicinas que necesita.

Una de sus propuestas de mejora es aumentar la tasa de empleo, que hoy por hoy está lejos de la media europea. ¿Por qué esa distancia?

En España trabaja el 51% de la población activa de entre16 y 64 años (53% en Cataluña), mientras que en el resto de Europa la tasa es del 70% de media. Tenemos un modelo económico particular, con un fuerte peso del sector turístico, cuyos índices de contratación temporal son muy altos. Además, las políticas de empleo han sido poco centradas y poco próximas, que sumadas a un marco normativo rígido y .-la presencia de una estructura de- bajos niveles salariales forman un caldo de cultivo poco proclive -a la generación de empleos de calidad-. Al mismo tiempo, hay alrededor de 150.000 puestos de trabajo en todo el Estado que no se cubren porque no se encuentran personas con las competencias necesarias.

¿Qué acciones debería llevarse a cabo para mejorar esta tasa de empleo?

En primer lugar, debería reducirse este gap entre puestos de trabajo que quedan vacantes y la falta de competencias de muchos desempleados. La segunda cuestión es que en España tenemos 6 millones de personas en situación de vulnerabilidad laboral, es decir, a los 3 millones de desempleados hay que sumar alrededor de 3 millones de personas que tienen empleo pero con unos contratos temporales en el sector privado muy precarios. Teniendo en cuenta que más del 30% de los desempleados llevan más de dos años en desempleo, y que, por tanto, es muy poco probable que vuelvan a trabajar, es necesario generar toda una serie de coberturas de carácter social para atender a estas personas e impulsarlas para su reincorporación al mercado de trabajo. Para ello existe una fórmula magistral, que es formación -y orientación-.

La formación y el sistema educativo en general, especialmente después de los demoledores datos del informe PISA, están en el punto de mira. ¿Cómo condiciona el mercado de trabajo y en particular esta carencia de ciertos perfiles profesionales?

Nuestro sistema educativo ha fracasado, ha reinado una carencia de dinámica de esfuerzo y motivación que tiene como consecuencia una generación perdida laboralmente. Los -jóvenes- que tienen -hoy- entre 18 y 24 años, como conjunto, tendrán graves problemas de empleabilidad. Se hace imprescindible mejorar -la estructura y los contenidos formativos- el sistema educativo debe garantizar que tengan las habilidades necesarias, y con la formación profesional dual debería favorecerse la formación de los perfiles que escasean.

En el informe de propuestas inciden en la necesidad de impulsar la formación dual, ¿en qué sentido?

Consideramos que sería adecuado articular sistemas que desarrollen la formación dual con el objetivo de que todos nuestros jóvenes hayan tenido alguna experiencia laboral a los 18 años. ¿Te imaginas qué pasaría en Cataluña si no hubieran venido los miles de inmigrantes que han llegado? Pues que no tendríamos albañiles, ni carpinteros, ni muchos de estos perfiles profesionales. Por tanto, la urgencia está en la formación dual. La universidad también debe realizar un proceso de transformación. La que desee subsistir deberá convertirse en una aliada del entorno empresarial y organizativo para ocuparse de todo lo que será la adaptabilidad de la formación continua y de la formación profesional. -Por otra parte queda mucho camino por recorrer hasta que todas las iniciativas que plantea la nueva normativa sobre la Formación Profesional lleguen a implantarse en la realidad-

Nos encontramos, pues, ante un mercado de trabajo muy cambiante y, en cambio, unas políticas que califica de ineficaces. ¿De qué modo cree que mejorarían las políticas activas?

-De entrada hemos de saber que actualmente destinamos aproximadamente- 7.000 millones de euros a políticas activas, pero su eficiencia es muy pobre. En cambio, para lo que sí han servido es para lubricar el sistema: existen una serie de organizaciones que se mantienen básicamente por los fondos -destinados a la gestión- de las políticas activas. Aunque últimamente se ha corregido, es preciso decir que los interlocutores sociales han tenido mucha responsabilidad en este tipo de ineficiencias.  Deberíamos preocuparnos más de las personas y no de los puestos de trabajo. Y después hay un tema del que no se habla: ¿sabe cuántas personas se dedican a hacer orientación laboral?

No. ¿Cuántas?

-Nadie tiene una cifra correcta. Nosotros evaluamos que hay probablemente 30.000 profesionales en el conjunto del estado dedicados a este rol. El 70% trabajando en entidades colaboradoras del Sistema Público de Empleo-. Pero en mucho años nadie se ha preocupado de este colectivo aunque por fin su problemática se ve reflejada en el texto de la reciente Ley de Empleo. Es un perfil no definido, que no se actualiza. Queremos que los desempleados cambien sus hábitos, mejoren sus competencias, etcétera, pero tenemos unos -profesionales- a los que no se les motiva, -de los que no nos preocupamos y- que no pueden contribuir a ser agentes de cambio en la tasa de empleo. -¡Necesitamos preocuparnos de este colectivo y hacerlo ya….!-

¿Cómo se llevan -sus propuestas- a la práctica?

Debemos tomar conciencia de que en 20 años no habrá -probablemente- trabajo para toda la población. Entonces la tasa de empleo todavía será inferior, porque estamos robotizando y digitalizando muchas tareas. Así que debemos generar políticas sociales que, al tiempo que permitan que la gente no se duerma, tengan garantizados unos niveles de ingresos para evitar bolsas de personas en el país que no tengan ninguna expectativa -vital y debemos de poner en marcha instrumentos que reduzcan esta discriminación.-

Nota final: Desde la Fundación Ergon agradecemos expresamente a Anna Pinter su colaboración en la difusión de los criterios que defendemos en nuestro proyecto.