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Gestionar la transformación significa ser consciente de cuáles son las prioridades con las que debemos enfrontar los dos aspectos básicos del proceso: Tecnología y personas.

Un proceso cuya complejidad es evidente y para lo cual inicio este mensaje haciendo referencia a un clásico como el libro de Arthur Battran titulado «Navegar por la complejidad» publicado por Granica, 2001, http://www.casadellibro.com/libro-navegar-por-la-complejidad/9788475778617/769482 y en el que se plantean y proponen muchas de los elementos con los que hoy nos encontramos enfrentados en el seno de las organizaciones.

En la Harvard Business Review se publicó recientemente un artículo en el que figura una selección sobre las 10 visiones más relevantes sobre gestión e innovación publicadas en 2016  http://hbr.es/gesti-n-de-empresas/509/10-1-ideas-imprescindibles-para-el-management-2017# En él podemos encontrar respuestas a cuestiones como las siguientes: ¿De qué manera se enfrentan las empresas a la automatización? ¿Qué papel juegan las personas dentro de la estrategia? ¿Es la colaboración a toda costa una buena solución? ¿De qué modo se puede competir en la economía digital? etc. Un debate que propone también una revisión de las teorías sobre innovación disruptiva en un momento en el que todo parece (o se define) como tal. Un debate que nos propone cuestiones como las siguientes: ¿Es realmente Uber un ejemplo de disrupción?

Creo que puede resultaros también de interés la lectura de http://hbr.es/liderazgo/384/la-transformaci-n-digital-una-cuesti-n-de-prioridades en el que se exponen argumentos como “Dada la velocidad a la que la innovación digital está revolucionando las industrias a nivel global, no sorprende que la mayoría de los CEO sienta la presión de encontrar e implementar la tecnología adecuada tan rápido como sus presupuestos lo permitan. Muchos están descubriendo, sin embargo, que convertirse en un líder digital no es únicamente una cuestión de destreza o conocimiento….. Se trata de crear una organización ágil capaz de detectar qué tipo de cambio es esencial y responder rápidamente con la solución más competitiva”.


El problema es que a menudo estos esfuerzos se realizan con el recelo de la alta dirección, a los que nada favorece el riesgo que suponen y llegando a ser penalizados incluso de forma pública en caso, muy probable, de fracaso.


Aunque no es propiamente un mensaje sobre transformación digital deseo hacer un reconocimiento a Pedro Nueno y en concreto al artículo que publica bajo el título «Sustituyendo» al que podéis acceder en el siguiente link http://www.lavanguardia.com/economia/20170319/42989624983/sustituyendo.html y que finaliza con el mensaje siguiente: “nos ha dado por esta manía de ir a cargarnos puestos de trabajo a base de poner robots cuando podríamos haber puesto más esfuerzo en muchas otras cosas importantes. Seguimos teniendo enfermedades incurables ¿Por qué no hacemos más investigación sobre ellas? Seguimos pasando horas y horas en un avión cuando hace más de 25 años teníamos aviones supersónicos de pasajeros. Nos cargamos el Concorde y nos dedicamos a hacer aviones grandes en vez de rápidos (que es más difícil). Con menos tiempo viajando seguro que viajaríamos más. Hace muchos años hablábamos de ir a Marte. ¿Cuántos puestos de trabajo crearíamos desarrollando Marte? Yo pensaba que en el 2000 eso sería normal», para proseguir con la siguiente afirmación:


«Pero en lugar de pensar en crear cosas nuevas, la obsesión es hacer lo mismo con menos personas. Pronto descubriremos que esto no es el mejor camino”.


Jesus Golderos en http://elblogdejesusgolderos.blogspot.com.es/2016/09/51-claves-para-abordar-con-exito-un.html expone que “vivimos tiempos de cambio. Las organizaciones se encuentran en una encrucijada repleta de riesgos, incógnitas y retos. Renovarse o morir. Esa es la clave. La necesidad de adecuar la organización a los nuevos escenarios se ha convertido en un axioma para las empresas. La Transformación o Cambio Cultural es un proceso de enorme complejidad donde las compañías de éxito logran posicionarse en un nuevo entorno cultural más acorde con las exigencias del cliente y  la subsistencia en mercados tan competitivos».

Para terminar Marc Vidal en https://www.marcvidal.net/blog/la-transformacion-digital-personas-tecnologia afirma que la transformación digital es una prioridad para muchas organizaciones pero que ésta no sólo se refiere a los cambios tecnológicos (gestión del dato, cambios en la forma de hacer las cosas, etc) sino fundarse en cambios culturales que modifiquen sustancialmente los modelos de gestión.“Como  Christoph Zohlen comenta, para cumplir con este objetivo es imprescindible cumplir algunos preceptos: La autonomía para fomentar la calidad y agilidad de la toma de decisiones en la implementación tecnológica. La confianza en el liderazgo de las personas que dirigen el proceso que se ha iniciado. El respeto por los valores que representa corporativamente la transformación digital. La predisposición por compartir decisiones a partir del acceso a la información basando ese espacio en la bondad de la colaboración. (Por último) la permisividad del error pues suele ser un paso previo a la innovación»

Y para ello es urgente que tomemos en cuenta que la prioridad son las personas….”El  nuevo cliente es poderoso. Su poder emana de la tecnología digital y toma decisiones de modo agregado, complementario y complejo. No es un elemento sin fisuras, es poliédrico y sofisticado. Conocer todas sus variables es el objetivo final, por eso, no podemos olvidar el papel de las personas en la hoja de ruta de cualquier empresa que inicie su transformación digital”.