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Reflexionando, en voz alta, en el entorno de la misma temática que en otros comentarios anteriores, constatamos que en 2009 hemos asistido a la consolidación del concepto de red social.

Hoy ya somos muchos los que (en el entorno de los sectores que integran el gran público) ya no permanecemos ajenos a esta nueva realidad. Facebook, MySpace, Tuenti, Linkedin, nos resultan términos conocidos y que ya utilizamos con soltura. Sin embargo recordemos que nuestra experiencia en estos ámbitos es muy reciente. Mi alta en Linkedin, en la que soy más activo, fue hace tan solo 2 años.

Lo cierto que las redes son hoy ya, un fenómeno imparable que está modificando nuestra forma de relacionarnos e, inclusive, las estrategias comerciales y de marketing de muchas empresas. Sus posibilidades parecen ilimitadas y su crecimiento, a pesar de la crisis, ha sido hasta ahora incuestionable. Sin embargo me planteo las siguientes cuestiones, ¿Existe un modelo de negocio realmente sólido que sustente estas redes? ¿De dónde provienen sus ingresos? ¿Pueden subsistir únicamente gracias a la publicidad y poco más?

Las redes sociales han crecido por diversas razones: La primera por la necesidad de colaboración que tenemos las personas, (vinculada a la perdida de comunicación que se tiene hoy en nuestras comunidades sociales), la segunda por la voluntad de recibir información, y por la nuevas formas que están convirtiéndose en comunes para las nuevas generaciones y la tercera por lo que yo convendría en denomina «moda» que hace que todos queramos estar en este medio aunque no sabemos ni muy bien porqué, ni cuáles son los beneficios que nos puede reportar.

Casi todos tenemos en nuestra memoria lo ocurrido con la llamada burbuja de Internet que, entre 2000 y 2001, arrastró consigo a decenas de compañías nacidas en plena vorágine puntocom. Mientras que  la década de los 90, que no nos olvidemos fueron los años de la primera popularización de Internet, animó a muchos a apostar por este nuevo canal, que no tenia barreras geográficas y que ofrecía la oportunidad de acceder a enormes nichos de mercado, el inicio de la siguiente década supuso «el gran bacatazo».

Muchos inversores, empresas, organizaciones de todo tipo (incluidas las bancarias) quisieron hacerse también con un trozo del pastel que ofrecía Internet y con él se desarrollaron muchos proyectos que no tenían ni una base real, ni un modelo de negocio. Sin embargo el nuevo canal ofrecía muchas ventajas y grandes rentabilidades.

Todavía soy capaz de recordar como en el año 2001 en la Jornada anual de Antiguos Alumnos de Esade, celebrada en el Palau Nacional de Montjuich en Barcelona, se presento a “bombo y plantillo”, una tienda virtual de venta de ropa femenina (de la que francamente nunca más se supo). Ahí nos encontramos mas de 2000 ejecutivos y profesionales de ambos sexos asistiendo a la presentación del modelo de tienda virtual. Creo recordar que yo era en mi mesa uno de los excépticos sobre la validez del modelo de negocio…. pero.

Lo que ocurrió es que, a pesar de muchas inversiones multimillonarias, que hizo que algunos se hiciesen realmente ricos, la mayoría de los proyectos no pudieron mantenerse ni consolidarse ya que su modelo de negocio partía de supuestos erróneos (como es el de que pensar que la mujer está dispuesta a comprarse un modelo de alta costura sin una prueba física previa). Estimaciones poco ajustadas sobre el tamaño del mercado, la proyección y penetración futura de Internet o las perspectivas de generación de ingresos a través de publicidad, y la falta de adecuación del sistema en materia de conectividad o logística provocaron la quiebra de multitud de proyectos millonarios. Algunos tan relevantes como Boo.com, Go.com, Viaplus o Ecuality, por ejemplo.

Y aunque en 2010 muchos de los problemas de conectividad que evidentemente perjudicaron a estos proyectos se han resuelto y por otra parte los móviles se han convertido en la nueva herramienta me pregunto si finalmente Facebook, Linkedin y demás se enfrentarán a situaciones más o menos similares.

Está claro que, más allá de la publicidad que se pueda insertar en sus portales, que por cierto esta ya saturando a muchos usuarios, el verdadero potencial económico de estas redes parecen ser los servicios personalizados y el marketing directo (que en el fondo no es más que otro servicio personalizado). De todas formas habremos de ver que ocurre en este ámbito en los dos próximos años.

Se trate o no de nuevas tecnologías, el modelo de pérdidas y ganancias de cualquier compañía debe seguir las mismas pautas que en una empresa tradicional y, por supuesto, tener en cuenta ciertos factores como: estrategia, modelo de negocio, estructura financiera, recursos técnicos y humanos, etc. Y sobre todo no olvidar que, más allá de conseguir un gran número de usuarios registrados, lo principal es vender.

El mercado atraviesa ciclos y, al final, todas las burbujas acaban estallando. ¿Estamos en una nueva burbuja o solamente en los primeros pasos de un nuevo modelo de servicio?. No lo sabemos. Sin embargo algunas noticias apuntan a que algo esta ocurriendo, ( MySpace ha anunciado  un drástico recorte en su plantilla). Nadie debería olvidar el planteamiento elemental de cualquier business plan y que en todo proyecto (inclusive en los internet) si no hay ventas no hay proyecto que se consolide a medio plazo.

Que todos lo veamos.