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Es probable que pronto debemos de sustituir el término de proletariado por el de precariado.

Un cambio que es la consecuencia de nuestra falta de preocupación e interés por lo que nos está ocurriendo hoy como sociedad y como especie. Aunque esté dispuesto a admitir que esta preocupación sea simplemente una muestra más de que estoy alcanzado una edad en la que las cosas se ven o se perciben desde otra perspectiva creo que estamos viviendo una serie de acontecimientos que probablemente nos sitúan en una encrucijada social con las que la humanidad tiende a colocarse de forma reiterada.


Aunque esta vez el riesgo global sea mucho más elevado esta falta de preocupación e incluso de interés es una muestra más de cómo somos realmente los seres humanos.


En este post no me voy a referir al cambio climático, sobre el que ya me he referido en reiteradas ocasiones (la última en el post accesible en el link http://pauhortal.net/blog/transformacion-y-efectos-de-cambio-climatico-2/ y que no deja de ser una muestra más de cómo nos aplicamos de mal a resolver nuestros problemas. Este post está escrito el domingo 15/12/2019 cuando se acaba de anunciar que la Cumbre que se está celebrando en Madrid es incapaz de alcanzar un acuerdo ¡de mínimos! Sin embargo, hoy no voy a referirme a este tema sino a los resultados de las elecciones celebradas esta misma semana en el Reino Unido, elecciones cuyo resultado ha sido el que muchos esperábamos y lamentamos.

Y lo voy a hacer tomando como referencia un artículo extraordinario que ayer cayó en mis manos. Me refiero al publicado en El Pais por Guy Standing titulado “El populismo puede triunfar en el Reino Unido” y accesible en el link https://elpais.com/elpais/2019/12/07/opinion/1575736934_415654.html#?sma=newsletter_opinion20191213 

El análisis que se hace en el artículo va mucho más allá del Brexit. Para el autor este proceso no es más que la consecuencia de los cambios sociales que se están produciendo en los países más desarrollados. Un proceso cuya consecuencia para nosotros no es otra que del incremento social de la presencia de una línea política y de pensamiento como la que supone VOX.

El autor constata que, como consecuencia de los procesos económicos vividos en los últimos 30 años estamos generando una estructura social y económica que “se ha convertido en una economía de mercado cautiva, que mejor sería calificar de capitalismo rentista, que va dejando la renta y la riqueza en manos de quienes poseen bienes financieros, físicos y las llamadas propiedades intelectuales” Y cuya consecuencia es la creación y presencia de una nueva clase social que el autor denomina precariado”.

Creo que todos tenemos en mente las categorías que integra esta nueva clase social. Entre otras cosas porque el «precariado» lo tenemos bien presente entre nosotros. Una nueva categoria o clase social que es el resultado de la suma de tres factores: la presencia de nuevas formas del capitalismo social o capitalismo rentista, los cambios tecnológicos y los procesos de sustitución de trabajadores por robots y la existencia de nuevos marcos y mercados laborales definidos por la flexibilidad. Una clase que como Guy afirma es probablemente una de las que podría decidir el resultado electoral. Recordemos que los verbos del articulo están escritos en futuro pues está publicado con anterioridad a la celebración de las elecciones cuyo resultado posterior, desde mi punto de vista, describe a la perfección.

“Como en otros países, el antiguo proletariado industrial votaba mayormente a los laboristas, principal partido de oposición actual, y a la socialdemocracia. Pero muchos trabajadores han caído en un precariado inseguro, sin perspectivas de movilidad social, y están perdiendo derechos sociales y económicos (…) Quien podría decidir el resultado de las elecciones generales es la parte relativamente poco formada del precariado”. Unas capas sociales que están perdidos, que no tienen perspectivas sociales y económicas, que “sienten que han perdido lo que ellos o gente como ellos tenía anteriormente, (que) se han desligado de la antigua clase trabajadora, de padres que pertenecían a ella o de quienes proceden de comunidades obreras, (y que) prestan atención a una retórica populista fácil de comprender, que además los exime de la responsabilidad de sus propias penurias”.

“Aunque los economistas podrían demostrar que su inseguridad y el estancamiento de sus ingresos se deben a la austeridad y el capitalismo rentista, aceptan la explicación populista que achaca sus problemas a fuerzas externas. Son la infantería del Brexit, del orden público, de la xenofobia y del castigo a los aprovechados que dependen de las prestaciones sociales”. Por cierto, una categoría formal en la que ellos mismos estén integrados de alguna manera y una clase social que es y será, si no le ponemos remedio, la causante del desarrollo de las tendencias populistas. Aunque no estabamos ahi… algo que ya ocurrió en Europa en las primeras décadas del siglo pasado y que tuvierón como consecuencia el nacimimiento del fascismo y del nacismo.

Lo dicho ¿Qué nos está pasando? Una pregunta clave y que deberíamos de formularnos sin olvidar la de ¿Cómo podemos corregirlo? Si no nos formulamos estas preguntas y además encontramos buenas respuestas es posible que vayamos de camino a la catástrofe.