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Tomando como referencia el contenido de uno de los relatos anónimos que hoy tenemos accesibles en la web lo que pretendo en este post es hacer una reflexión sobre la resistencia al cambio y la importancia de la curiosidad y la innovación para el avance social.

“Un científico puso a 5 monos en una jaula, y en el centro una escalera y, sobre ella, un cesto con bananas. Cuando uno de los monos subía, el científico le lanzaba agua fría a los demás. Poco después, cuando un mono subía, los otros lo atacaban por temor al agua fría. Transcurrido un cierto tiempo ningún mono se animaba a subir. Entonces, el científico cambio a uno de los monos. Este quiso subir la escalera siendo golpeado por los otros. Un segundo mono fue sustituido poco después con idénticas consecuencias, con el detalle de que el primer sustituto participó con entusiasmo en la paliza. Poco después se sustituyó a un tercero con la consecuencia de que se repitió el mismo comportamiento. Cuando finalmente se había sustituido a todos los integrantes del grupo este quedó formado por cinco monos que nunca habían recibido un baño de agua fría, y sin embargo continuaban golpeando al que intentaba llegar a las bananas. Si fuese posible preguntarles porque actuaban de esta manera la respuesta sería: No sé, las cosas siempre se han hecho así”.

Y la cuestión clave es: ¿podemos crecer e innovar si seguimos haciendo las cosas cómo las hemos hecho hasta este momento?

¿Nos preguntamos habitualmente los porqués sobre la forma en que hacemos las cosas? ¿Podemos plantearnos si hay una mejor forma de hacerlas? Normalmente no. No solemos cuestionarnos el por qué, ni el cómo, ni el para qué de la mayoría de nuestras acciones, sobre todo de las que forman parte de nuestros comportamientos habituales. Es normal e incluso natural no pensar en las razones por las que tenemos determinados comportamientos. Probablemente necesitamos de las rutinas y no podemos estar permanente en una posición de cambiar las cosas, sin embargo tampoco deberíamos de estar cerrados a nuevos planteamientos. 

Mientras estamos en un proceso de aprendizaje desarrollamos nuevos procesos mentales. El aprendizaje supone automatizar estos procesos, y hacerlo de forma inconsciente, sin tener que pensar en ello. La resistencia al cambio, es una respuesta natural en muchas especies, incluida la humana. Pero también lo es que la evolución ha sido consecuencia de una curiosidad innata y de la capacidad de nuestra especie de desarrollar nuevos comportamientos y adaptarnos a nuevos entornos y situaciones.

¿Cuándo deberíamos plantearnos por qué hacemos las cosas de una manera determinada? Esta pregunta tiene una respuesta muy sencilla: Cuando queramos obtener un resultado diferente.