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Estoy trabajando en una empresa de servicios y las cosas nos van razonablemente bien. Sin embargo hemos decidido con un socio iniciar un proyecto empresarial. ¿No quiero equivocarme ni cometer errores «de cajón». ¿Puede orientarme? Pedro Z…. (Madrid)

Benjamín Franklin dijo en cierta ocasión que “él no se había equivocado nunca, lo que pasaba es que había tenido 10.000 ideas que no funcionaron”. Edison aseguraba que “cada una de las 200 bombillas que no funcionaron le enseñaron algo que probó en el siguiente intento”.

En nuestra cultura tendemos a subestimar la importancia del fracaso, del error. Sobre todo cuando, equivocarse puede ser la única manera de empezar.

Si tienes un sueño y voluntad para llevarlo a cabo, tanto porque este ha sido el sueño de toda tu vida, o simplemente porqué has llegado al convencimiento de que el mercado no te ofrece oportunidades profesionales de interés para ti, ten en cuenta que emprender o la independencia profesional (como a mí me gusta denominarla) es un camino probablemente duro pero gratificante, y el que puedes simplemente perderte. Supongo que eres consciente que más del 40% de los proyectos empresariales fracasan durante los dos 2 primeros años de su puesta en marcha.

De hecho son pocos los profesionales que conozco que, después de un intento de desarrollar un proyecto empresarial, (saldado con éxito o con fracaso) han podido retorna al desarrollo de una carrera profesional “por cuenta ajena”. Esto entiendo que no te afectará a ti pero si que puede afectar a tu socio. Es uno de los temas que deberías de tomar en consideración. Piensa que finalmente será él la clave del éxito o fracaso de vuestro proyecto.

Marc Vidal que se ha especializado en el desarrollo de proyectos como emprendedor en el ámbito tecnológico habla gráficamente del aprendizaje que de los errores se puede obtener. Utiliza a menudo en sus charlas o intervenciones la estrategia de preguntar a sus oyentes que “harían con 100.000€”. Unos cuantos le contestan viajar, otros pagar la hipoteca, otros abrir una cuenta corriente en un banco y unos pocos invertir en bolsa.

Sin embargo el porcentaje más importante de los asistentes a sus seminarios o charlas (también es cierto que él se mueve en estos entornos) contestan “montar un negocio”. Obviamente y lamentablemente no creo que todos los que formulan esta opción lo hicieran de verdad y además, lamentablemente, no creemos que los sean suficiente representativos de la sociedad española.

Estoy de acuerdo con Marc en lo difícil que es emprender en España, pero sobretodo lo difícil que es emprender siendo español. Son cosas distintas. Parece que existe un cierto interés social en provocar cambios en este hábito social que tiende a castigar el fracaso…. Ya veremos el resultado en los próximos años.

En todo caso toma nota de otro aspecto relevante. No tengas miedo al fracaso.

Y el tercer hito fundamental es el de que confíes en tu socio. Entiendo que él esta lo suficientemente involucrado en el proyecto para tener tanto o más interés que tu en su éxito. Pero no olvides nunca que tu eres «la gallina» y el «el cerdo». Por tanto limítate a darle el apoyo que hayas pactado e intenta no entrometerte. La mayoría de las asociaciones y de los proyectos que sustentan que fracasan son debidas a que los socios son incapaces de respetar al otro y de mantenerse en lo pactado en el momento de la puesta en marcha.

En todo caso y para contestar claramente a tu pregunta te invito a leer algunas de las entradas de mi blog que figuran en la categoría «Independencia profesional» y a que evites cometer los errores siguientes:

  • Dejar de investigar tu idea. Muchas personas se apresuran en la puesta en marcha de un negocio con la idea de que el entusiasmo y fe le harán mantenerse “a flote”. La consecuencia de ello es el fracaso. El importante investigar si tu idea, aunque sea una pasión o un hobby, será atractivo para el cliente y porqué te preferirá a ti. De la mima forma es relevante que investigues tu mercado potencial. Como emprendedor tienes que indagar todo lo que puedas sobre tu mercado potencial, enfocándote en 3 áreas: competencia, tamaño del mercado y demanda.
  • No prestar atención a la respuesta del mercado en las primeras fases del proyecto. Los emprendedores necesitan una voluntad de hierro y, el no escuchar, puede costarles muy caro. Aunque debes de ser celoso con la “propiedad” de tu idea, encontrar a alguien que analice tu plan de manera objetiva puede iluminar facetas que no has tenido en cuenta.
  • Olvidar pronto la visión del proyecto. La formulación de una visión de negocio es un paso clave si quieres que tu idea arranque. Iniciar el negocio pensando que con el tiempo se irá enfocando es un error porque te quita recursos y te impide medir en qué te has equivocado. Es esencial saber que quieres lograr con tu empresa, dónde quieres ir y cómo lo vas a conseguir. Es importante asignar objetivos medibles y obtener una perspectiva objetiva.
  • No redactar un “plan”. La planificación inadecuada es una de los motivos más frecuentes para la no viabilidad de un nuevo negocio. Un plan de negocio es un documento crítico que te hará replantearte cómo vas a conseguir tus objetivos. Encontrarás, si no lo has preparado ya muy buenos modelos en la web.
  • Elegir el primer sitio que veas como tu lugar de operaciones. La ubicación de un negocio puede ser la clave de su éxito. Tienes que tomar con extremo cuidado la decisión de dónde enclavarte (el acceso, los costes, la competencia).
  • No preocuparse por los aspectos financieros. El motivo más frecuente para el fracaso de un nuevo negocio es la de haber hecho un análisis equivocado de los recursos financieros adecuados.

Sin embargo no olvides lo más importante. La clave para iniciar hoy un proyecto empresarial es tener una idea, creer en ella, y estar dispuesto a darlo todo por el éxito del mismo.

Espero que estas orientaciones te sean de utilidad.