Tiempo de lectura: 2 minutos

Trabajo en una organización de tipo medio y las cosas nos van bien. Hace unos meses acepte con dos amigos de la universidad iniciar un proyecto empresarial. No me enseñaron a emprender, Me da miedo dejar mi empleo. ¿Qué puedo o debo hacer? LLuis M (Barcelona)

Aunque pueda parecerte el mensaje no creo que todos tengamos la voluntad y a capacidad para convertirnos en emprendedores. También es cierto que es posible aprender muchas de las actitudes inherentes al oficio de emprender. 

En otras palabras, aunque es posible formar y potenciar el oficio de emprender no todos debemos terminar siendo emprendedores ni todos tenemos las capacidades, aptitudes y motivaciones para ello. Sería absurdo, como tampoco podemos reducir todo esto a expresiones como las que venimos oyendo de nuestra clase política. Una clase política que por otra parte en us gran mayoría, no ha emprendido en su vida.

Ahora bien, sí que es posible crear incentivos para que la mayor parte de gente en condiciones de ser emprendedor lo sea. Cien o mil, buenos serán. Yo mismo que he creado y puesto en marcha, creo, 10 o incluso más proyectos como emprendedor dudo a veces de si tengo la capacidad necesaria para serlo. Empezando por la cualidad de admitir y reconocer que sólo 3 han terminado siendo relativos éxitos.


Por eso es bueno preguntarse, en algún momento de la vida profesional, si somos uno de esos emprendedores a los que todo el mundo alude. Y en todo caso este tipo de cuestiones tienen relevancia por qué los resultados de un fracaso pueden ser muy graves. 


Aunque pueda parecerte fuera de contexto no creo que todos debamos de convertirnos en emprendedores. Y de hecho esta es la cuestión que me planteas ¿no? Y además todo ello descartando que te entiendes bien con tus socios y que en tu caso el proyecto ya ha superado la fase crítica de arranque. Por eso es bueno preguntarse si eres uno de esos emprendedores a los que todo el mundo alude. Y para ello te pueden servir de ayuda contestarte a ti mismo las cuestiones siguientes: ¿Te has cuestionado si tienes los rasgos de un emprendedor?, ¿Estás en condiciones de enfrentarte a las dificultades que supone ese desafío?, ¿Has entendido que significa tu proyecto empresarial en términos de compromiso, inseguridad, riesgo?, ¿Tienes una cierta «caja de resistencia»? y la última ¿Habéis definido con claridad los roles que tendréis cada uno de los socios?.

Recuerda que es posible que estemos a las puertas de una revolución pero no todos somos, valemos o servimos como emprendedores aunque una buena idea, un buen método y un poco de suerte puede sernos útil y facilitar nuestro aprendizaje/adaptación a este contexto. También es cierto que hay que saber aprovechar y apropiarse de las oportunidades.


Os recuerdo que si queréis formularme alguna consulta podéis hacerlo a través de la sección  Orienta de mi blog