Hoy, en un contexto como el que estamos viviendo, y teniendo en cuenta la existencia de la evolución de la tecnología en la gestión de dato, es imprescindible establecer criterios de evaluación de la eficiencia de las POLITICAS ACTIVAS.
Esta es una propuesta y un reto que nos formulamos desde la FUNDACION ERGON. Una batalla que planteamos con el propósito de: definir metodologías de análisis y de medición comunes, tener respuestas a las necesidades de los usuarios y los de las empresas/organizaciones e incrementar la eficiencia en la gestión de los recursos públicos.
Esta mejora de la eficiencia, en el actual contexto, supone tomar consciencia de una serie de retos. De ellos consideramos relevantes los que derivan de:
- La necesidad de traducir conceptos “tradicionales” sobre la gestión del empleo a preguntas y métricas concretas que se presten a un análisis empírico.
- La toma de consciencia del hecho de que trabajar sobre fenómenos que ocurren en la actualidad sobre la base de información cuyo diseño se ha realizado en el pasado es un desafío en sí mismo.
- La necesidad de realizar evaluaciones coherentes y creíbles sobre la eficacia de políticas activas, una tarea compleja pero que hoy es totalmente necesaria.
- La constatación de que disponemos de muchos datos, pero no de la capacidad de transformarlos en información estructurada para validar lo que estamos haciendo y realizar análisis y previsiones válidas para las acciones que debemos desarrollar en el futuro.
Reconozcamos que desde un punto de vista de eficiencia en el ámbito de la gestión de las Políticas Activas nos queda mucho camino por recorrer. Una afirmación cuya certeza todos compartimos empezando por los propios gestores. Si su función o propósito fundamental (por los menos en el marco conceptual) es el de servir como nexo de unión entre demandantes y oferentes de trabajo/empleo, reconozcamos que el éxito es por no calificarlo de otra forma, escaso. Otra cosa es que no queramos seguir engañándonos y reconocer que las políticas activas han respondido y responden a otros objetivos.
Desde la FUNDACION ERGON consideramos que identificar cuáles de las acciones que denominamos Políticas Activas, cumplen sus objetivos y cuáles no es una tarea en la que deberíamos de estar comprometidos todos (poderes públicos, interlocutores sociales, operadores y agentes etc). La eficiencia en el gasto en este campo es fundamental para proteger, de verdad, a los ciudadanos/trabajadores y para atender la histórica recomendación los organismos internacionales de “proteger al trabajador en vez de proteger su empleo”.
Por ello nuestro convencimiento de que la realidad no debe de analizarse desde perspectivas “verticales/cerradas” sino con una visión “horizontal/abierta”.
Necesitamos datos, pero sobre todo gestionarlos adecuadamente para obtener información que nos facilite el análisis, la evaluación y la planificación futura. Debemos de ser capaces no sólo de definir cuándo podemos considerar que una Política Activa es efectiva y eficiente, también disponer de respuestas que nos permitan analizar como éstas actúan con las grandes tendencias de transformación del empleo, a saber, la digitalización y la robotización.
[…] los planteamientos que formulo en el primero de los post de esta serie accesible en Nuevos indicadores sobre Políticas Activas (I) – Pau Hortal podemos tomar como referencia las técnicas empleadas en el pasado, pero adaptándolas a las nuevas […]