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Marta con formación superior en letras y filosofía empezó su trayectoria profesional aceptando un trabajo a tiempo parcial en una compañía multinacional en el área de atención al cliente. 

A los 38 años, casada y con dos hijos, reside en Madrid. Decide no aceptar la movilidad geográfica que su compañía le ofrece a un nuevo puesto en la división que se va a crear y que tendrá su sede en Tarragona. El nuevo puesto puede incluso entenderse como un paso ascendente en su carrera profesional. Sin embargo su esposo tiene un buen empleo en Madrid y por ello decide negociar su salida de la empresa en la que ha trabajado casi 15 años.

Aunque con una posición inicial tremendamente escéptica, decide aceptar la oferta de contactar con una empresa de recolocación que el formula el departamento de RRHH. Su compañía ha contratado este servicio por considerar que Marta puede necesitar este apoyo para acceder de nuevo al mercado.

Marta es una persona brillante pero tremendamente quisquillosa y no tiene una prisa especial por reorientarse profesionalmente. Sus hijos son todavía pequeños y su marido la impulsa a dejar en suspenso sus actividades profesionales para centrarse en la familia. Sin embargo ella es consciente de que un período de “paro” profesional puede ser fatal para su reorientación futura. “¿Qué haré cuando mis hijos sean ya adolescentes y necesiten menos de mí?”

La actividad del consultor en Orientación Profesional se dirige a hacerla caer en la cuenta de que existen muchas compañías de servicios que están dispuestas a contratar a personas que como ella desean hacer compatible su vida profesional y sus responsabilidades familiares. Sin embargo no sabe como empezar.

A regañadientes contacta con el departamento de prospección de la consultora que le presta apoyo y se presta a entrar en contacto con diversas compañías de servicios. Trascurridos casi 9 meses decide aceptar una oferta como responsable de relaciones públicas de una compañía de servicios profesionales. Tiene un horario flexible (25 horas semanales) y aunque su nivel salarial ha descendido en un 30%, es muy feliz y está realmente satisfecha por su trabajo.


La situación de cambio le llevó a modificar su visión pero sigue sintiéndose útil y aportando valor a un nuevo proyecto.


Cómo ocurre en muchas ocasiones Marta ha conseguido lo que parecía imposible. Su talento, su motivación y el esfuerzo realizado le ha permitido «estar en el mercado» y ser lo suficientemente ágil para recibir y aceptar una oferta que colma sus expectativas, después de hacer un reenfoque de sus objetivos personales y profesionales.

Marta es una más de las que reconoce que, sin el apoyo recibido, hoy probablemente estaría en el camino de convertirse en una “maruja”.

(Nota: Este post es un recurso «literario» inspirado en un programa real de Recolocación).