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Leí el pasado domingo 18 de Noviembre en La Vanguardia la carta al director redactada por Inés Palau con el título “España necesita un cambio de actitud”. Los comentarios de Inés no tienen desperdicio.

“La empresa californiana Google se ha convertido en un innovador mundial. Sin embargo, si esta hubiese nacido en España seguramente no hubiese salido adelante porque ni la cultura ni los inversores ni el sistema español están adaptados para generar innovación. Las dificultades empiezan por la misma educación. En España prevalece la comodidad ante el riesgo; nos dedicamos a buscar empleo y a exigir al resto que cree empleo y a casi nadie se le plantea que él mismo podría crear su propia empresa.

Implantar una cultura de esfuerzo e ilusión por alcanzar los objetivos es primordial para reforzar esa cultura de emprendimiento. Añadámosle que muchos inversores del país se niegan a financiar proyectos innovadores por no asumir el riesgo y porque buscan retornos económicos seguros e inmediatos, y que, para colmo, nos equiparamos a los países africanos en cuanto a dificultad para crear una empresa. Las barreras para crear una empresa en España son muchísimas y con esto lo único que conseguimos es que el talento emigre o que se desaproveche. Resulta curioso que, con tanto desempleo, los gobiernos no faciliten la creación de empleo.

Los pocos emprendedores de nuestro país crean empresas que son más de lo mismo. Hemos llegado a situaciones enervantes apostando siempre por lo seguro y es el momento para cambiar todo esto. Como decía Einstein, «locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados». Deberíamos apostar por algo verdaderamente nuevo”.

Estoy totalmente de acuerdo con lo expresado por Inés. No puede expresarse con más claridad la realidad de la situación en la que estamos viviendo.