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Estamos en «estado de alarma» lo que supone haber iniciado una experiencia que, probablemente, significará un antes y un después en nuestras vidas.

A pesar de que todos/as estamos desbordados por las informaciones, análisis, comentarios y “facks news” sobre la epidemia o pandemia que estamos viviendo creo que es procedente (que aunque sólo sea para cumplir el objetivo definido en mi blog) de obligarme a reflexionar en voz alta sobre lo que nos ocurre que escriba unas breves líneas sobre el tema aunque sólo sea para daros la referencia de 3 articulos claves escogidos entre todo lo que ha aparecido sobre el coronavirus en los últimos días.

El titulo de este post se fundamenta en el hastagg #yomequedoencasa y al mismo tiempo es el título del artículo publidado en La Vanguardia por Jordi Juan el pasado sábado 14/03 accesible en el link https://www.lavanguardia.com/opinion/20200314/474114583284/mequedoencasa.html

Uno de los análisis más certeros sobre sus consecuencias es la que que formula Antoni Puigvert también en La  Vanguardia en el artículo publicado el pasado 11/03 con el título “Histeria y tiranía” y accesible en el link https://www.lavanguardia.com/politica/20200311/474085544172/coronavirus-antoni-puigverd-histeria-tirania.html y que finaliza con la frase siguiente:


“el verdadero enemigo no es el coronavirus, sino la histeria. Si triunfa el miedo, el gran perdedor será la democracia, pues el modelo chino aparecerá a los ojos de todo el mundo como el único fiable. El final de la histeria es la tiranía”.


Y en tercer lugar quiero destacaros el excelente comentario escrito por Hertor G. Barnés publicado el pasado domingo en El Confidencial «Me han pedido que escriba sobre el coronavirus» y accesible en https://blogs.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/mitologias/2020-03-15/me-han-pedido-no-escriba-coronavirus_2496643/ y cuya reflexión final es la siguiente: «Decía la famosa frase de Theodore Adorno que escribir poesía después de Auschwitz era un acto de barbarie. Siempre he considerado que es más bien al contrario: dejar de escribir poesía después de Auschwitz sí que habría sido una barbarie, pues significaría que habríamos perdido la batalla. Y aquí me tienen, después de haberme propuesto no escribir sobre el coronavirus, escribiendo sobre el coronavirus.

Deciros para terminar que estoy convencido de que superaremos este trance pero que la victoria dependerá, una vez más, del compromiso individual que adoptemos tanto durante como después de la crísis sanitaria al afrontar los efectos sociales y económicos que sin duda comportará.