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Probablemente sea que estoy demasiado “crecidito”, es posible que mi visión anárquica y cambiante no resulte la más adecuada, sin duda tengo que ponerme más en la piel del otro, etc.

Sea como conjunto de estos problemas o sea por otras causas he de reconocer una dificultad intrínseca para entender a la gente del sector informático, a pesar de que en varios de mis proyectos empresariales el componente tecnología es fundamental.

Lo siento pero algunos hechos que me han ocurrido en las pasadas semanas lo muestran. Desde las reticencias, habituales de otra manera, a que la gente de sistemas entienda que el proceso de implantación de las soluciones SaaS en las organizaciones es imparable, a que nuestros proveedores no sean, a menudo, capaces de pensar un poco más allá de lo que establecen los requerimientos previos y a aceptar un principio que me parece básico: las cosas, las visiones, las necesidades cambian a medida que algo se está construyendo.

No quiero desplazar un problema a terceros pero es lo que siento esta mañana de sábado.