En mi comentario de hoy voy a inspirarme en el mensaje de Carlos Sanchez en el confidencial de ayer 25 de Abril. Carlos empieza su artículo haciéndose la pregunta siguiente. ¿Se imaginan un país en el que todos los días se cerrara una empresa del tamaño de Ford España?.
Los recientes resultados de la EPA correspondientes al primer trimestre de este año (esperemos que termine pronto) no han hecho más que constatar el muy intenso y rápido proceso de deterioro de nuestro mercado de trabajo. El número total de desempleados ya supera los 4 Millones (y todas las previsiones anuncian que alcanzaremos probablemente los 5 antes de fin de año). El número de ocupados se ha reducido en 1,3 Millones y la tasa de desempleo ya está muy cerca de alcanzar el 18%.
Alguien puede llegar a pensar que noticias como éstas son un escándolo. Pués bien es lo que ocurre cada día en nuestro país.
Aunque se esté produciendo un importante crecimiento de la población activa (no pretendo cansaros con más datos) las cifras dejan una constancia evidente: el 85% del incremento del desempleo se explica por la fuerte, constante y profunda destrucción de empleo que se está produciendo en nuestro país, destrucción que ya se está concentrando claramente en el sector servicios.
Y por cierto existe un dato que resulta muy impactante. De la destrucción de empleo la parte fundamental se basa en los trabajadores temporales. El 35% de los trabajadores con contrato temporal que trabajaban en nuestro país hace un año han perdido su empleo frente a sólo el 5% de los trabajadores fijos.
A este último dato podríamos denominarle “principio de equidad” de nuestro marco de relaciones laborales.
Retorno al artículo de Carlos…. Si de algo están convencidos todos los economistas -incluso los oficialistas- es que el paro seguirá creciendo este año y el próximo. Básicamente por una razón: para que la economía española vuelva a generar puestos de trabajo, necesita crecer por encima del 2%, y no parece que ese objetivo pueda ser alcanzable a corto plazo. En el mejor de los casos, según el consenso de los expertos, hasta el año 2011 no se podrá recuperar ese nivel de actividad.
Sin duda, una mala noticia que pone de relieve la intensidad de la recesión, que no sólo está siendo extremadamente intensa (es probable que el PIB haya decrecido cerca de un 4% en el primer trimestre), sino que, además, será anormalmente larga. Algo que supone una auténtica novedad. La experiencia de los últimos 60 años en las economías desarrolladas (con alguna excepción como el caso reciente del Japon) muestra que las recesiones suelen durar entre cuatro y cinco trimestres, pero posteriormente vienen periodos de crecimiento que suelen durar cuatro y seis años.
Como ya he señalado en comentarios anteriores nadie es capaz de visualizar, en nuestro país, una recesión en forma de “V”, al contrario, todo el mundo apuesta por que nos vamos a enfrentar con una que tendrá claramente forma de “L” con una línea horizontal suficiente larga, (mucho más larga que en anteriores situaciones similares) y ante la cual no existe alternativa económica perceptible a corto plazo.
Alguien mucho más experto que yo en términos económicos me decía, hace algunos días, que más allá de la necesidad de un cierto crecimiento del PIB para la creación de empleo en nuestro país resulta necesario encontrar una alternativa razonable para este 10% de nuestro PIB que representaba, de más, el sector “del ladrillo” frente a su peso en el resto del mundo más desarrollado.
Quiere decir esto que el mercado laboral español se dirige a un escenario verdaderamente dramático, y no sólo en términos cuantitativos. También, cualitativos, como pone de manifiesto la Encuesta de Población Activa referida al analizar el desempleo de larga duración. Recordemos que, al contrario de lo que sucedió en anteriores periodos recesivos, el fenómeno del brutal incremento del desempleo no se debe a la entrada al mercado laboral de nuevos colectivos, sino a la pérdida de puesto de trabajo, fundamentalmente de carácter temporal, lo cual es sustancialmente más significativo.
Y volviendo al artículo de Carlos. Un ritmo verdaderamente frenético que no sólo ha convertido a España en el país con más tasa de desempleo de la OCDE; sino que, además, ostenta el récord de tener el mercado laboral más precario. Pese a que el aumento del paro se está cebando en los contratos eventuales, todavía el 25% de los asalariados tiene una relación contractual de naturaleza temporal. Todo un récord. Poco empleo y de mala calidad.
Probablemente, al margen de decidirse por enfocar iniciativas de cambio en nuestro mercado de trabajo (a corto plazo) e iniciativas de cambio cultural y educativo (a largo plazo) nuestro gobierno debería de plantearse los efectos “perversos” que pueden generar algunas de sus iniciativas y más si tomamos en cuenta el dato que hoy también hemos conocido y que resulta claramente impactante. En Andalucía tenemos ya un 24% de la población activa en situación de desempleo.
¿Alguien cree que resolveremos nuestros problemas en materia de empleo creando una nueva red de subsidios e incrementando el volumen de empleo en el conjunto de la Administración Pública?.
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