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La suerte se presenta cuando la preparación encuentra una oportunidad. Dado que las oportunidades pueden surgir en cualquier momento, quien no está preparado pierde las oportunidades que muchas veces le pasan inadvertidas.

Estar preparado no es sólo disponer de un excelente currículum en Word o PowerPoint. Significa que, manteniendo el respeto al compromiso contractual con la compañía en la que se está empleado, el profesional está permanentemente preparado para saber aprovechar otras oportunidades. Para ello, habrá realizado un diagnóstico de motivaciones objetivo y se ocupará de mantener una buena red de contactos (networking).

La clave de un networking eficaz es el conocimiento y la confianza en nuestros propios competidores. Hay que tener muy presente -por muy raro que parezca- que los competidores son los que pueden disponer de mayor información sobre las oportunidades profesionales existentes en el mercado. En este marco, denomino «competidor» a todas las personas que ocupan posiciones similares a las que nosotros ocupamos y que podrían rivalizar con nosotros por un mismo puesto.

Una buena red de contactos y un buen trabajo de relación con nuestros competidores nos ofrecerá información y referencias sobre muchas oportunidades profesionales a las que individualmente nos sería totalmente imposible acceder. Los profesionales han de ser conscientes que la mejor referencia ante un head hunter es la que facilita un competidor.

Por último, destacar que, en este punto, como también en el resto de aspectos de la vida, los tiempos de crisis son también tiempos de oportunidades

¿Has utilizado el networking como herramienta de apoyo en el desarrollo de tu trayectoria profesional?