Lo mejor para el éxito profesional es conseguir los mejores resultados en el puesto/posición que se ocupa en cada momento.
El término «carrera» es un tanto confuso. Hay quien entiende que debemos medir la carrera en función del número de saltos profesionales y del nivel alcanzado. Otros piensan que el «éxito» hay que medirlo en base al grado de satisfacción y/o motivación que tenemos en cada momento de nuestra vida.
Probablemente, como en muchos aspectos de nuestra existencia, la verdad está en el «cóctel» adecuado de estos y otros componentes.
En épocas de crecimiento, hacer «carrera» puede entenderse como un conjunto de metas a corto plazo fijadas en diferentes puestos y/o compañías. Sin embargo, en épocas de crisis, la «carrera» exige un esfuerzo más sostenido, es «algo» que conseguiremos más a medio o largo plazo.
Si analizamos el impacto que una situación de crisis genera en el empleo, llegamos a las conclusiones siguientes. La primera es que probablemente existirán menores probabilidades de crecimiento y desarrollo en nuestra organización. La segunda es la reducción cuantitativa, que no cualitativa, de los puestos que ofertan las compañías como consecuencia de la reducción en el volumen de empleo y la menor movilidad de los profesionales.
Evidentemente estamos en un momento de cambio también en el concepto de carrera. ¿Qué nos deparará el futuro?
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