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Este es el título de la columna que publicó en la Vanguardia el profesor del IESE Pedro Nueno el pasado 16 de Diciembre. En él hace referencia a su presencia en China en una reunión con el nuevo líder de este país. No quiero referirme a esta parte de su columna sino a la parte final.

Escribe Pedro. “Volvía a España y me encontré en el aeropuerto a un antiguo alumno europeo que trabajaba en China. Iba con su esposa. Me dijo –me alegró verte en la tele, felicidades-. Le pregunté –volvéis por navidad-. Y su esposa me dijo – nuestra hija vendrá de américa con los dos nietos-. Ella fue a buscar un refresco. Él me dijo –sabes que tuve cáncer, se ha reproducido y pinta mal; espero llegar a navidad, ya me he despedido de nuestra gente en China- y añadió recordando mis clases –pero lo he hecho todo siempre a mi manera. I did it my way-. En el aeropuerto sonaba música de navidad. Toda mi alegría por mi contacto con el nuevo líder Xi Jinping se esfumó. El añadió –He trabajado duro y con poco descanso, pero he disfrutado, volvería a hacerlo”.

Termina Pedro su columna con la frase: “¡Qué semana!. Un doctorado”.

Tenía previsto publicar esta semana una entrada referida al quinto aniversario de mi blog dado que la primera entrada la escribí un 7 de Enero del 2008, (por cierto cuando todavía eramos muchos los que vivíamos sin saber lo que nos iba tocar vivir después). No obstante tras los últimos comentarios que he publicado referidos a la necesidad del cambio en la actitud personal y en los valores que rigen nuestras vidas, creo que esta entrada era más apropiada hoy y que, la referida al «aniversario de mi blog» puede esperar algunos días.