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El pasado 16 de Julio (dos días después de la fiesta nacional francesa) y lo que es más relevante del atentado de Niza Xavier Mas de Xaxas publicó en la Vanguardia el articulo titulado “la felicidad en la era del terror”.

Un articulo al que  podéis acceder en el link http://www.lavanguardia.com/internacional/20160716/403248140210/la-felicidad-en-la-era-del-terror.html

El él se exponen comentarios tan interesantes como los siguientes: “Niza, 14 de julio, fuegos artificiales, conciertos junto al mar, el paseo lleno, rebosante de gente feliz. La fiesta nacional francesa, el espíritu de la revolución. Hoy no seríamos felices sin el triunfo de las ideas que impulsaron aquella revolución. Gracias a ella, nuestros antepasados dejaron de ser lo que heredaban, de replicar el mundo de sus padres. Los anclajes morales y tradicionales que decidían su destino saltaron por los aires. La revolución industrial y el libre mercado hicieron el resto. No todos consiguieron lo que querían pero todos prosperaron. Han pasado más de dos siglos y nosotros somos el fruto del sistema que entonces se puso en marcha, de las ideas que conquistaron el mundo, de la paz, la democracia y el libre mercado. Niza, 14 de julio, la noche en calma y un hombre de 31 años al volante de un camión que atropella a los paseantes, los ciudadanos felices, los niños que aplauden la magia de los fuegos de artificio».

Un excelente inicio para situarnos donde estamos y cómo aunque no nos lo parezca hemos evolucionado en los últimos 200 años. En cualquier caso muchísimo más que en los….. (20.000) precedentes. “Hace un año, en una calle de Souse…….. un reclutador de yihadistas me habló del bien que hay detrás de las masacres de occidentales, mujeres y niños incluidos. Dijo que nadie era inocente, que el islam verdadero luchaba por otra idea de progreso, que la paz, la democracia y el libre mercado no eran la base de la felicidad. Me dijo que nuestra paz descansaba sobre las cenizas de muchos pueblos, que la democracia ha de estar supeditada a la ley de Dios, que el libre mercado crea desigualdades materiales, que alimenta el odio y la envidia, que el progreso occidental destruye la familia, la moral y la tradición. Me aseguró, con una sonrisa amable, que la suya es una guerra en nombre de Dios, a vida o muerte, sin prisioneros.”

Lo siento pero esto si que es una involución en toda regla y lamentablemente no somos conscientes de ello. Después de esta excelente introducción Xavier reflexiona sobre lo que estamos haciendo en Europa y en el conjunto de lo que denominamos «sociedad occidental» o «mundo civilizado» para dar respuesta a este problema, y lo hace entre otros argumentos de la forma siguiente: «Dentro de un año Marine Le Pen puede alcanzar la presidencia francesa agitando la xenofobia, exacerbando el pánico a esta batalla de ideas, al terrorismo sin sentido aparente que alienta el reclutador de Souse. Hace un tiempo Europa habría barrido de un plumazo a los dos, al radicalismo islamizado y al populismo filofascista. Pero hoy no es tan fuerte. A pesar de los fuegos artificiales, de la felicidad culminada con una selfie en el paseo de los Ingleses de Niza, hay un gran desorden, un gran vacío, una crisis económica (austeridad), de valores (inmigración) y de proyecto (Brexit)”.

Ah… y todo ello antes del triunfo de Trump en las primarias del Partido Republicano en EEUU, de los últimos atentados (Alemania, Irak, Pakistan) y de los hechos que se están viviendo en Turquía. Y todo ello terminado con una frase que nos debería hacer reflexionar a todos sobre el dilema del: quiénes somos, dónde estamos y hacia dónde vamos:El terror más simple parece imparable en esta Europa de líderes incapaces”. Realmente un diagnóstico expresado con total claridad.

Os pido disculpas a los que accedeis a mi blog buscando exclusivamente comentarios de carácter profesional. Resulta que soy un ser humano y creo que no puedo, no podemos, mirar para otro lado. Es si queréis mi forma de rebelarme, o dicho de otra forma mi manera de expresar mi descontento con «lo que vivimos». Porqué a veces parece que todo lo que hemos conseguido evolucionar desde la «Revolución Francesa»… no sirve para nada o para muy poco.

Si queremos que la frase hecha que da título a esta post no se convierta en una macabra premonición creo que deberíamos de pararnos por un momento y reflexionar sobre el mundo que estamos construyendo entre todos. Porqué siendo evidente que también de esta terminaremos saliendo…… la pregunta es: ¿Y a qué coste?.