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En la edición de marzo del Fórum_Conecta tuvimos la oportunidad de conversar con Eduardo Serra sobre las relaciones entre el Sector Público y el Privado en respuesta a la pregunta de “¿Puede el sector privado colaborar en el proceso de transformación de las AAPP”

Al margen de que podéis acceder al contenido completo del podcast en www.forumsectorpublico.com he aquí alguna de las reflexiones que nos propuso Eduardo empezando por aquella en la que afirma “A pesar de mi larga trayectoria en el Sector Público nunca he militado en ningún partido político”.

Desde mi punto de vista no tienen desperdicio:

“No somos plenamente conscientes del efecto que en la vida del ser humano van a tener las nuevas tecnologías. Vivimos una revolución cuyo impacto será similar a la que supuso la industrial a finales del siglo XVIII


«Disponemos de una Administración Pública con criterios de funcionamiento más cercanos al siglo XIX que al XXI, y que no tiene capacidad de dar responder a los retos de hoy. Es lógico pensar que necesitamos un nuevo Sector Público más inteligente, diverso y descentralizado, y sobre todo colaborativo. Que acepte que no puede moldear la realidad, sino que debe de adaptarse a ella».


Tenemos que aprovechar la oportunidad que nos ofrece la revolución tecnológica y el proceso de cambio generacional para definir y concretar como queremos que sean las AAPP del futuro. No podemos seguir teniendo un sector público con más profesionales que en Alemania con una población muy superior a la nuestra y que tiene una estructura federal parecida en muchos sentidos a la nuestra”.

“El modelo más paradigmático de integración entre lo público (norma, igualdad) y lo privado (flexibilidad, acuerdo) es China. Sin embargo, no hay que llegar aquí. Tenemos referencias más próximas que pueden ser referentes claros en la colaboración entre ambos sectores”.

“Debemos reducir la demonización que hoy se tiene sobre -lo privado- en el seno de la UE y específicamente en España. Sin embargo, también debemos exigir que el sector privado modificase sus formas y criterios con los que se relaciona con el sector público”.

Hay dos principios antagónicos que chocan frontalmente: por un lado, la racionalidad y por otro el instinto de poder. Lo que vivimos hoy en el sector público es la consecuencia de la voracidad por el poder de unos partitos políticos centrados en incrementar sin límite su control de la sociedad”.

“Estamos legislando mucho más que nadie. Eso no tiene sentido. Eso no flexibiliza, ya que la consecuencia no es otra que hacer más rígido el funcionamiento de las Administraciones Públicas

“Debemos simplificar el funcionamiento de los cinco niveles en los que hoy está integrado el Sector Público: municipal, comarcal/provincial, autonómico, estatal y europeo. Esto es una complicación añadida que podría resolverse tomando las decisiones en los niveles más inferiores, asignado las competencias con más precisión y haciendo que éstas se ejerciten por una sola administración”.

«Hoy ya no necesitamos tantos profesionales en el sector público. Hay un dato que en este tema resulta plenamente significativo. En España con la mitad de la población tenemos más funcionarios que en Alemania».

“Tenemos una visión totalmente errónea del concepto de puertas giratorias. Al contrario, deberíamos de abrir las puertas que permitieran pasar y moverse entre ambos sectores, respetando todos los requisitos que sean necesarios para evitar las conductas inadecuadas”.

No son momentos para disyuntivas falsas o ideológicas entre estado y mercado. Por el contrario, la construcción de entornos de colaboración entre el sector público y el privado puede ser una de las condiciones para afrontar con éxito los grandes problemas colectivos de nuestro tiempo. No podemos seguir gestionando lo público sin tomar en cuenta las necesidades de las personas.