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Aunque tradicionalmente el concepto de empleabilidad se había mostrado adecuado para definir el esfuerzo de una persona en la gestión individual de su trayectoria, en los últimos años se ha reconvertido en un referente en la gestión de personas.

Existen muchas definiciones de empleabilidad…. Incluso puedes encontrar muchas de ellas en los diferentes post que he escrito sobre este concepto. Por ejemplo: http://pauhortal.net/blog/la-carrera-directiva-de-especialista-a-generalista/ http://pauhortal.net/blog/que-es-la-empleabilidad/

Hoy solo quiero destacar la de la Confederación de la Industria Británica (1998) que define este concepto como “la posesión por parte de un individuo de las cualidades y competencias requeridas para enfrentarse con éxito a las necesidades cambiantes del mercado y de esta forma realizarse profesionalmente”.


Somos personas empleables cuando hemos adquirido un autoconocimiento de nuestras propias capacidades, disponemos de la formación adecuada para el objetivo profesional que tenemos planteado y sabemos utilizar de forma positiva nuestra inteligencia relacional.


El grado de empleabilidad de una persona está directamente relacionada con factores intrínsecos o motivacionales s (por tanto en ambos casos dependientes de la propia persona) pero, paralelamente, se ve directamente influida por otros sobre los que la influencia personal es nula o quasi nula: A saber: El sistema educativo y de formación profesional, el modelo productivo del entorno en que nos movemos, nuestra propia situación socioeconómica.etc,

Bajo estos planteamientos la empleabilidad tiene una dimensión individual referida al desarrollo de las cualificaciones y competencias que nos han de permitir acceder y progresar en un determinado entorno laboral pero también adquiere una dimensión social porque depende del entorno en que esta actuación individual se desarrolla.

Dimensiones de la empleabilidad

En la de carácter individual, un nivel elevado de empleabilidad conllevará la capacidad para encontrar empleo o mejorarlo si ya se tiene de forma más rápida y en las mejores condiciones posibles. La situación actual del mercado convierte al concepto de empleabilidad en central en el proceso de búsqueda exitosa de empleo y, en caso de alta empleabilidad, facilita el acceso a empleos de alta calidad y cualificación ligados a una mayor estabilidad y retribución.

En la dimensión social una alta empleabilidad vendrá impulsada no solo por las competencias y cualificaciones de los trabajadores sino por las oportunidades laborales que ofrezca un mercado laboral que serán mayores y de mayor calidad en fases de crecimiento económico y en mercados y economías abiertas.

¿Cómo se gestiona?

La gestión de la empleabilidad se puede plantear desde, al menos, tres niveles de análisis. En primer lugar las derivadas del ámbito personal integrado por el conjunto de decisiones que todos y cada uno tomamos para disponer de los competencias y habilidades que nos permitan desarrollarnos como individuos. 

Un segundo nivel se deriva de las acciones que desarrollan las organizaciones para la captación y retención del talento. El mito de que el crecimiento de nuestros empleados debe de ser frenado o controlado por el riesgo de que opten por continuar su vida profesional en otros entornos está en un proceso de ruptura. Hoy el desarrollo de la empleabilidad de nuestros recursos humanos es una de las peticiones clave que las organizaciones demandan a los gestores de RRHH.

Por último conviene destacar las acciones de carácter público referidas tanto a los ámbitos educativos (adaptando las acciones formativas a las necesidades presentes y futuras de un determinado entorno) como a las de gestión del empleo, tanto en lo que se refiere a las que se denominan políticas activas (sustancialmente de formación para el empleo y de estímulos públicos para su creación y/o mantenimiento) y las pasivas (básicamente de sustitución de rentas en situaciones de desempleo). El impacto de los sistemas de prestaciones y subsidios en el desarrollo de la empleabilidad de los desempleados está fuera de toda duda.

Como conclusión no debemos perder de vista, como ya he señalado, que el grado de empleabilidad de las personas depende de las decisiones personales aunque está estrechamente vinculada a factores como: la situación económica, las normas laborales, la cultura social y las variables o condiciones que existen en los mercados laborales para la creación o destrucción de empleos.

Para terminar indicaros que hace algunos días ha caído en mis manos un excelente documento sobre el concepto de empleabilidad. Aunque me referiré a él en próximos post no quiero pasar la oportunidad de destacarlo. Se trata del documento de futureforwork accesible en el link http://www.futureforwork.com/assets/uploads/2018/01/De-que-hablamos-cuando-hablamos-de-empleabilidad.pdf