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Como otros muchos ciudadanos he seguido interesado la campaña electoral y viviendo con relativa sorpresa los resultados que nos han deparado las elecciones del pasado domingo.

Aunque hoy es día de Navidad no quiero fallar al compromiso que yo mismo me he establecido con todos vosotros todos los jueves. Y además creo que el resultado merece algunas reflexiones «estratégicas».

Recordemos que estas elecciones se han formulado en un contexto en el que la crisis económica está muy lejos de resolverse, (a pesar de los positivos augurios que se formulan desde determinadas instancias políticas),  y en un momento en que la precariedad (social y económica) ha dejado de ser la excepción para convertirse en regla, (con datos a los que me he referido recientemente en mi post. http://pauhortal.net/blog/?s=4%2C+una+cifra+m%C3%A1gica,

Recordemos también que vivimos una situación en Catalunya muy compleja y que está muy lejos de resolverse (y que no se resolverá hasta que se arbitre una solución pactada que pase por un referéndum) y en el que todavía existen muchos cambios “estructurales e institucionales” pendientes. Mientras tanto tal como he expresado en un post titulado “Un cambio en profundidad” http://pauhortal.net/blog/un-cambio-en-profundidad/“ después del resultado electoral ciertamente las cosas van a cambiar.

Lo que los ciudadanos hemos dicho el domingo es que vivimos y queremos un cambio. Que estamos claramente concienciados de la necesidad de reformas.

También hemos dicho, que estas reformas se hagan pero de una forma «moderada» y sin conflictos. 

Finalmente hemos dicho que queremos que los políticos hagan de verdad su trabajo. Como persona “senior y moderada” expresión que creo que me define, (y que por cierto he utilizado al hablar de mi visión sobre el futuro de Catalunya) soy perfectamente consciente de que en una sociedad como la nuestra los cambios deben hacerse de forma controlada y “paso a paso”, pero de esto a no hacer nada hay una gran distancia. ¿Verdad?.

En el post citado recordaba que, ya en Junio del 2011 formulé –en análisis referido al impacto social del Movimiento del 15-M- la previsión del nacimiento de una nueva fuerza política que pudiera ser el referente de las demandas formuladas por él y compartidas, probablemente en cuanto al diagnóstico pero no tanto respecto a la solución, por muchos. De hecho la aparición de Podemos y su «excelente» resultado electoral está en esta línea aunque “no conviene olvidar que la irrupción de Ciudadanos en la escena política española tiene como fundamento la misma situación de descontento y desencanto de una gran parte del electorado –moderado- del conjunto del Estado”.

Aunque el PP haya resultado ser el partido ganador el cambio producido es, como no podía ser de otra manera, muy relevante y exige como ya he afirmado «que los políticos hagan de verdad su trabajo».

El resultado electoral es fruto del descontento existente en amplias capas sociales, (las desigualdades sociales se han profundizado, nuestra juventud no ve claro el futuro, los «seniors» no sabemos si vamos a poder percibir nuestras pensiones, etc). Es evidente que el diagnóstico es compartido, aunque las soluciones pueden ser diversas. De ahí la aparición y consolidación no de una sino de dos alternativas.

En un post escrito en Junio del 2011  http://pauhortal.net/blog/la-profundidad-del-cambio/ decía “los cambios estructurales que –necesitamos- se deberían instrumentar a través de un fuerte liderazgo político. Sin embargo no no estoy realmente convencidos de que tengan la voluntad……..(de plantearnos ni proponerlos). Siguen más preocupados por defender su parcela, por su posición electoral, por el corto plazo que en tomar el “toro por los cuernos” y asumir el rol de liderazgo que les sería exigible”. Espero que esta augurio no se cumpla y tengo que reconocer que me sorprendido muy favorablemente alguna de las posiciones formuladas por Pablo Iglesias en los últimos días.

Hemos de ser consciente que los resultados electorales y la victoria del PP se consigue apoyándose en una normativa electoral que penaliza en muchas circunscripciones a la segunda y posteriores fueras políticas. Por otra parte la irrupción “a lo grande” de Podemos, la caída del PSOE y los resultados relevantes aunque mucho menores de lo esperado por parte de Ciudadanos muestran el camino que todavía nos queda por recorrer para definir un nuevo marco electoral que sea válido para los próximos años.

Y aquí estamos, en una nueva dimensión parlamentaria, con la necesidad de búsqueda de nuevas formas de gobierno y con la enfrentarse al «problema catalán» que como ya he escrito en repetidas ocasiones, sólo se resolverá con un pacto que haga posible un referéndum.

Y mientras tanto la realidad es que estamos ya terminando 2015 y enfocando un nuevo año con casi ninguno de los graves problemas estructurales resueltos. Problemas a los que me refería ya en Noviembre del 2011 http://pauhortal.net/blog/elecciones-reformas-estructurales-y-movimiento-del-15-m/ y que en el fondo son prácticamente los mismos que ya planteaba el Cercle de Economía en Octubre del 2009  en un documento titulado Horizonte 2012 http://www.circuloeconomia.com/?s=Horizonte+2012&lang=es y el que se exponen cosas tan acertadas como:

“España se enfrenta a una grave crisis económica e institucional que pone en serio riesgo los grandes avances alcanzados durante nuestra vida en democracia. Por ello, el Círculo de Economía reclama un gran esfuerzo colectivo y una asunción específica de responsabilidades para superar esta etapa tan crucial……. el caso español, viene a coincidir con una crisis económica de origen y consecuencias internas, y con una crisis política que tiende a dificultar o imposibilitar el normal funcionamiento de determinadas instituciones públicas, precisamente cuando más necesarias resultan. Además, nuestra sociedad civil carece de la tradición y los mecanismos para subsanar algunas de estas carencias”.

Y prosigue: “el gran objetivo del esfuerzo colectivo que reclamamos es evitar el estancamiento o, incluso, el retroceso en el progreso de las últimas décadas. Y la experiencia nos muestra como nuestra sociedad, si se le expone con claridad la situación y se le propone un objetivo compartido y bien definido, tiene capacidad más que suficiente para la innovación y el cambio”

Lo que proponía el Círculo hace ya 6 años es, lamentablemente, aplicable hoy y debería de formar parte del “manual u hoja de ruta” de nuestros dirigentes políticos, empezando por la lucha frontal y sin descanso contra el problema del desempleo, la exclusión y la precariedad social.

Repasando la lista de propuestas formuladas por el Circulo constato que, mientras hemos avanzado en los ámbitos económicos, (reforma laboral, financiera, impulso a la actividad exterior) los grandes retos pendientes siguen estando en los ámbitos institucionales y estructurales, donde es constatable que casi nada se ha hecho. La lista resumida de los problemas que tenemos en el Horizonte del 2016 y que están inspiradas en las propuestas formuladas en el citado documento son las siguientes:

En el ámbito institucional me pregunto que hemos hecho para evitar el descrédito de las instituciones, la reformulación de su rol (tomando como ejemplo el papel del Senado), la politización partidista de estas mismas instituciones, el encaje entre el Estado y las  Comunidades Autónomas, corregir los problemas de financiación irregular de los partidos y reducir o eliminar la corrupción política.

En el ámbito de la gestión pública es indispensable que definamos, de una vez por todas un modelo educativo que cuente con la estabilidad necesaria y que dejando las cuestiones partidistas en el cajón, enfoque los retos que tenemos por delante- Necesitamos un nuevo sistema impositivo que armonice y haga más integradora la presión fiscal que asumimos los ciudadanos con el objeto de cubrir las necesidades de un sector público en el que queden eliminadas las duplicidades, eliminados todo los organismos sin sentido y generado un marco de gestión basado en la eficiencia y en la calidad de los servicios. Todo ello vinculado a un análisis riguroso de la sostenibilidad del modelo de estado del bienestar de que nos hemos dotado entre todos asegurando que en el desarrollo de las reformas que sean necesarias se mantenga el apoyo social a los sectores más necesitados.

El documento del Círculo incorpora también algunos argumentos que hoy son todavía, si cabe, incluso más relevantes que lo eran hace 6 años. “Un buen funcionamiento de la vida política e institucional constituye en sí mismo un hecho de extrema relevancia para el bienestar y progreso de una sociedad. Pero, en el caso español y en las actuales circunstancias, sirve además como mecanismo insustituible para favorecer el cambio hacia ese modelo económico basado en la estabilidad, la eficiencia, y el crecimiento sostenido y equitativo”. Os juro que no he hecho ninguna incorporación ni salvedad a lo escrito en 2009.

Estoy plenamente de acuerdo con el Círculo en el análisis final que formula en los términos siguientes: “sería injusto otorgar la plena responsabilidad de nuestra presente situación económica al actual Gobierno o a los que le precedieron. La globalidad y complejidad de la crisis van más allá de la acción de un Gobierno determinado”. Lo que en 2009 era aplicable al gobierno del PSOE es hoy perfectamente aplicable al gobierno del Partido Popular.

La responsabilidad es de todos empezando por nosotros mismos. 

La situación en la que nos encontramos  hoy exige pensar no sólo en los intereses cortoplacistas sino en el largo plazo. Debemos exigir a nuestra «clase política» que sea capaz de afrontar las reformas necesarias para hacer una sociedad mejor en el que todos, con nuestros legítimos intereses y creencias, nos sintamos escuchados y representados. O sea una sociedad democrática, más eficiente, y socialmente responsable. 

Para terminar sólo desearos a todos una

¡FELIZ NAVIDAD!