Tiempo de lectura: 2 minutos

Sigo con mucho interés, por diferentes razones, todo lo que estamos viviendo en el ámbito político y social y creo que si hay una regla de oro que define lo que nos está ocurriendo es la de la falta de «sentido común»

A todos los que como a yo seguimos con interés lo que está ocurriendo en este país os propongo que esteis al tanto de las opiniones y mensajes que formula Iñaki Gabilondo en las diversas apariciones que realiza en los medios de comunicación. Creo firmemente que en sus posiciones destila grandes dosis de sentido común.

Un ejemplo: He aquí algunas de las frases que he podido obtener de la reciente entrevista que Ana Pastor le hizo en el programa el Objetivo de la Sexta.

“Estamos empezando el cambio”

“Estamos en un modelo que conforme se desarrolla genera exclusión y que cuando más éxito tiene más desigualdad crea”

“Los pesimistas también se equivocan».

“No va a haber más remedio que llegar a acuerdos”

“Saludo la llegada de los nuevos como una auténtica bendición”

“Ni la casta ni la chusma”

Y aquí el enlace a uno de los cortes de esta entrevista en la que se refiere a las relaciones y comparaciones entre la situación actual y la vivida en el año 1976. http://www.lasexta.com/programas/el-objetivo/noticias/programas/el-objetivo/noticias/programas/el-objetivo/noticias/programas/el-objetivo/noticias/programas/el-objetivo/noticias/programas/el-objetivo/noticias/gabilondo-saludo-llegada-nuevos-como-autentica-bendicion_2015062800245.html

Lo he dicho y escrito en repetidas ocasiones en este blog. Creo que necesitamos mayores dosis de «sentido común» en la gestión de la política.

En esta semana en la que estamos viviendo la resaca del resultado del referéndum en Grecia y en el ámbito más doméstico la digestión del resultado de la consulta realizada entre los socios de la ANC sobre las “listas” al parlamento catalán deberíamos de poner todos un poco más de criterio y sentido común en nuestras vidas. Sentido común que no debe de ser entendido como inmobilismo y rechazo al cambio sino como la capacidad para analizar lo que pasa y encontrar las vías de solución y acuerdo.

Necesitamos más voluntad y criterio para escuchar, atender y gestionar las necesidades de cambio que se constatan en muchos de los ámbitos de nuestra estructura social. 

Ojalá que personas con la visión y el criterio de Iñaki tuvieran mayor peso en la gobernabilidad de este país. Estoy convencido de que, por ejemplo, con mayores dosis de este sentido común (como yo lo entiendo) el llamado “problema catalán” se habría probablemente enfocado de otra manera y no nos encontraríamos en la situación en la que el choque de trenes es inevitable.09