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Para determinar los elementos que componen la motivación debemos empezar por intentar construir una definición del concepto.

Existen muchas definiciones de motivación aunque para mí la más apropiada (entre otras cosas por su sencillez) es la que formula la Real Academia de la lengua que define el concepto como «Cosa que anima a una persona a actuar o realizar algo».

: La motivación puede tener origen en:

  • Impulsos internos: el deseo de triunfo, la satisfacción de conseguir lo que se desea, el interés en demostrar  de lo que uno es capaz…
  • Presiones externas: la presión de un colega, de la competencia, de un jefe, del entorno personal…

El paso previo para aprender a gestionar tu capacidad de automotivación es identificarla.

Si deseas hacer un diagnóstico de tu motivación personal aquí tienes un diagnóstico profesional para detectarla.

  • Identifica todas las funciones laborales que has desarrollado a lo largo de tu trayectoria profesional.
  • Reflexiona sobre los elementos de satisfacción e insatisfacción que tuviste en el desempeño de cada una de las funciones descritas anteriormente.
  • Anota todos los logros que conseguiste en cada una de las tareas desarrolladas.

El conocimiento de las propias motivaciones profesionales es vital para situaciones como:

  • Conocer y encauzar tu futuro profesional dentro de la organización a la que estás vinculado en este momento.
  • Dirigir tus esfuerzos hacia el interior o el exterior de la organización.
  • Enfocar positivamente una búsqueda de empleo tanto desde una posición «in» como «out».