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«El aprendizaje más profundo sucede más a menudo cuando se acompaña de la reflexión y experimentación», afirma David Hutchens en el libro ‘De la caverna a la conciencia’.

El autor sse refiere a los «modelos mentales» que define como «creencias profundamente arraigadas, imágenes y supuestos que tenemos acerca de nosotros mismos, de nuestro mundo, de nuestras organizaciones y de cómo encajamos en ellos». Todos tenemos, con seguridad, una forma de ver y entender lo que nos rodea. Es decir, nuestros propios «modelos mentales». Sin embargo, sabemos que esta forma no necesariamente tiene porqué coincidir con la visión que tienen los demás.


De la misma forma que los «modelos mentales» limitan a los individuos, también suponen un límite para nuestras organizaciones.


Entender el concepto de los modelos mentales no supone por si mismo un cambio. Es la base para el cambio pero el aprendizaje se da con la acción. Cuando nos encontramos con problemas complejos, necesitamos reducir la probabilidad de que nuestros «modelos mentales» limiten nuestra habilidad para tomar acciones. Para evitar este riego es necesario que:

  • Tomemos conciencia de que nuestras conclusiones pueden no ser evidentes.
  • Asumamos que nuestro razonamiento está influido por perjuicios, vacíos o errores.
  • Confirmemos si estamos escuchando adecuadamente.
  • Nos preguntemos si existe otra forma de interpretar los datos.

Ah… y por último, aceptemos que otros puedan llegar a diferentes conclusiones.