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He aquí algunas orientaciones que tanto pueden ser útiles desde un punto de vista organizativo como personal.

En cualquier caso primero habremos definido un propósito o sea sabemos lo que queremos conseguir. Si es asi he aquí las claves para desarrollar este proceso.

1.- Definir nuestro plan de acción

Antes de nada, aunque suene a obviedad, tenemos que segmentar los objetivos en acciones y planificar su desarrollo. Analizar y estudiar en profundidad qué queremos conseguir con esta transformación, así como los recursos con los que contamos, si va a ser necesario una inversión; estudiar nuestras redes sociales corporativas (internas y externas); identificar a nuestros clientes (no es lo mismo ser una empresa B2B que una B2C); identificar o reasignar a las personas que llevaran a cabo el proyecto, Por último ser consciente que no habrá transformación sin la involucración, el ejemplo ye l compromiso de la dirección general.

2.- Cambiar la forma en que hacemos las cosas

En el proceso de digitalización todos los miembros de la organización deben de empaparse de esta nueva cultura. Sin embargo, para que el cambio se inicie y todos los recursos dirijan sus esfuerzos a la consecución de los objetivos es de suma importancia que la dirección de la empresa sea su principal embajador. Basándonos en un estudio realizado por Joana Sánchez de Incipy “Transformación e Innovación  Digital”: ”Es importante definir una visión clara y marcar una hoja de ruta con un liderazgo que debe ejercerse desde el primer nivel ejecutivo de la compañía. Según nuestra experiencia sin un fuerte liderazgo no se podrá hacer real ese proceso de transformación”.

3.- Actuar con transparencia

El proceso de transformación no va a tener éxito por muy buenas tecnologías de las que dispongamos y por los mejores procesos que hayamos definido sin la implicación y el compromiso de los equipos internos. Y el compromiso de las personas no se consigue hoy por miedo al castigo se consigo actuando con transparencia, tratándoles como adultos y generando un marco de confianza.

4.- Dotarse de nuevas capacidades

Hay que identificar qué puestos y qué perfiles necesitamos para este nuevo modelo de negocio y si los podemos cubrir con talento interno. Pero si tenemos que buscar este talento fuera tendremos que empezar desde “dentro”. Un plan de transformación digital tiene más posibilidades de éxitos si es gestionado por recursos internos que externos. Tenemos que definir un equipo, asignarle un rol, darle el peso adecuado dentro de la estructura y trabajar para general “embajadores” que actúen transmitiendo al resto de la organización (y al exterior) las excelencias del proyecto y los hitos conseguidos.

.- Crear nuevas formas de trabajo colaborativas

Las nuevas tecnologías van a permitir establecer nuevos modelos de trabajo; trabajo en remoto, creación de equipos multidisciplinares etc. Para ello debemos de ser capaces de romper los silos organizativos y las estructuras jerarquizadas. Si no lo hacemos hemos de ser conscientes de que aunque aparentemente el proceso de transformación pueda tener éxito jamás podremos alcanzar el 100% de los objetivos definidos.