Tiempo de lectura: 2 minutos

La estrategia que reconoce seguir esta consultora en sus procesos de selección se basa en plantear a los/las candidatos/as, que ya han superado las primeras fases del proceso, un problema que pueda tener uno de sus clientes.

La tipología de los problemas que pueden plantearse pueden ir desde cómo reducir la huella de carbono hasta cómo formar una plantilla de trabajadores más diversa o cómo hacer un mejor uso de la tecnología en el lugar de trabajo.

Cada escenario es diferente, pero hay 3 preguntas para las que los candidatos deben estar preparados: en primer lugar, se les pide que evalúen el problema, a continuación que formule un análisis básico. Por último, el deben de plantear las posibles propuestas o soluciones.

El caso práctico dura entre 20 y 30 minutos, y al margen de evaluar las respuestas del candidato, puede ser de utilidad para que éste descubra si el tipo de problemas que se plantean en la organización y las competencias que exigen. También son de utilidad para que los evaluadores determinen su motivación e interés. En cuanto a la preparación para la sesión, la propia organización informe con carácter previo de esta prueba, y propone a los candidatos se se formulen a sí mismos este tipo de cuestiones y hagan la experiencia individualmente o con la colaboración de alguien de su entorno.

Esta prueba tiene como objeto la evaluación de las capacidades de los/las candidatos/as. Superada esta fase se realiza una entrevista personal en la que se comparten los logros y desafíos alcanzados en la trayectoria profesional y se analiza la capacidad de comunicación.

Mckinsey recomienda que los candidatos tengan preparado un argumentario detallado sobre las experiencias profesionales más relevantes, detallando las funciones desarrolladas y describiendo las acciones que implementaron y los resultados alcanzados.

A título de ejemplo los entrevistados pueden plantear cuestiones como las siguientes: «Explica una situación difícil que hayas encontrado al trabajar con alguien que tenía una opinión contraria».  Los candidatos también son impulsados a proponer 2 situaciones en las que muestren sus capacidades para la resolución de problemas, el impacto personal, su liderazgo y su visión empresarial. También recomiendan que sean capaces de mostrarse abiertos y plantear las cuestiones que les preocupan e interesan (organización, puesto etc).

Los/las candidatos/as han de ser capaces de hablar largo y tendido sobre estos ejemplos y no tener miedo de decir «yo» en lugar de «nosotros», Se trata de determinar lo que se ha hecho, los problemas con los que se han enfrentado y las acciones implementadas tanto en el plano personal como en el organizativo. Puede también incorporar una experiencia de resolución de problemas en un entorno simulado. A los entrevistadores les interesa escuchar lo que piensan los/las candidatos/as, cuáles son sus intereses, qué preocupaciones tienen, y también que información necesitan para comprender mejor las necesidades de la organización. 

Aunque no todos tengamos o vayamos a tener la opción de optar a un puesto en McKinsey creo que las indicaciones formuladas pueden ser aplicables y válidas para todos los contextos y una excelente guía para prepararnos cara a un próximo proceso de selección.