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Somos muchos los que pensamos que vamos a necesitar a los «Reyes Magos» para afrontar los retos que tenemos por delante.

Y entre ellos hay dos que adquieren una relevancia significativa. El primero el del impacto del cambio climático, el segundo el del futuro del trabajo.

Centrándonos en este último, constatamos que al margen de la tecnología, el trabajo del futuro va a verse impactado por los efectos de la pandemia. Y todo ello plantea algunas cuestiones como:  ¿puede la tecnología reducir de forma sistemática la mayoría de empleos hoy existentes?, ¿cuáles serán las consecuencias de este proceso en términos de desigualdad? y ¿qué debemos de hacer para recomponer un modelo social, hasta hoy, basado en el empleo? Unas cuestiones cuyo análisis es uno de los propósitos de la FUNDACION ERGON www.fundacionergon.org

Aunque estas cuestiones nos vienen ocupando y preocupando desde el momento en que somos conscientes que muchas tareas desarrolladas por el ser humano, pueden ser realizadas de forma mucho más eficiente y saludable por un mecanismo, robot o por una aplicación técnica basada en la inteligencia artificial. Unas cuestiones cuya solución marcará sin duda el futuro de nuestra especie.

Mckinsey ha llegado a pronosticar que en una década 4 de cada 10 empleos actualmente existentes van a dejar de existir. Una previsión que se formula en el informe accesible en https://www.xataka.com/robotica-e-ia/inteligencia-artificial-reemplazara-40-trabajos-proximos-15-anos-asegura-kai-fu-lee-pionero-ia y que se suma a uno anterior que formulaba que más de 2000 actividades laborales en 800 diferentes profesionales tenían una alta probabilidad de ser automatizadas.

Todos somos plenamente conscientes de este proceso. No podemos autoengañarnos. El número de tareas o roles laborales desempeñados por humanos que hoy ya son y que serán, a corto plazo amortizables, no hace más que crecer. Y ello afecta a tareas tan diversas como: operaciones en centros industriales, operadores telefónicos, fotógrafos, relojeros, contables, cajeros etc. Al mismo tiempo nos encontramos con muchas actividades que, como consecuencia de la tecnológica, ven modificadas sustancialmente las condiciones en las que se prestaban.


No es de extrañar que nos preguntemos cómo serán los roles laborales en 10 años y sobre qué debemos hacer para este futuro no sea el resultado de la suma de tecnologías del siglo XXI y condiciones laborales del XIX.


Y mi “carta a los Reyes Magos” de hoy 05 de Enero del 2021 tiene que ver tanto con la necesidad de que adquiramos la consciencia de que éste problema ya está entre nosotros, como de la necesidad de afrontarlo y de que tengamos la capacidad de encontrar la fórmula para generar alternativas vitales adecuadas para todas las personas que van a verse afectadas por este proceso de sustitución y para todos aquellos/as que se incorporen a lo que hasta hoy hemos denominado “mercado de trabajo” en los próximos años.  

Y utilizo a consciencia el término de “alternativas vitales adecuadas” porque considero que es posible que no seamos capaces de generar oportunidades de empleo para todos/as.