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Los seguidores y lectores de mi blog sabéis que publico una entrada semanal, normalmente los jueves, aunque a veces me permito una excepción.

Es lo que voy a hacer este domingo tras la lectura del artículo que bajo el mismo título acaba de publicar Carlos Sanchez en el Confidencial. Aquí tenéis el acceso: http://www.elconfidencial.com/espana/2013/02/03/asalto-a-la-democracia—114094/

Al margen de iniciar su comentario con una historia simpática que permite al lector centrarse en el tema lo que me parece más relevante es su comentario de que “Nunca como hoy ha interesado tanto la cosa pública en la calle. En los mercados, en los tajos, en el corto recorrido de un trayecto en ascensor, se habla a espuertas de política. O mejor dicho, de la mala política”.Espero que este deseo sea cierto y que al margen de hablar los ciudadanos nos pongamos de verdad a exigir a nuestra clase política (porqué lamentablemente no podemos prescindir de ella) que impulse los cambios que necesitamos.Y que si esto no es así la castiguemos en el momento en que se produzcan los nuevos procesos electorales.

Los riesgos de no hacerlo son, creo, demasiado elevados. Dejarme contribuir humildemente, desde esta atalaya, a la exigencia de renovación y cambio que hoy demandamos y necesitamos, renovación y cambio que deberíamos iniciar por nuestros propios comportamientos morales.