Entendiendo que previamente hemos definido un propósito (lo que queremos alcanzar) he aquí los hitos que debemos de tomar en consideración antes de incluso comunicar el inicio del proceso:
1.- Voluntad clara de desarrollar el proceso
En que el proceso de transformación de desarrolle con éxito debe de existir un propósito pero también una voluntad clara de llevarla a cabo. Sin estos dos requisitos será imposible que todos los miembros de la organización la acepten y por tanto se sientan motivados y comprometidos con el proceso y con los nuevos elementos culturales que comportará.
2.- Nuevas formas de liderazgo
Para que el cambio se inicie y todos los recursos dirijan sus esfuerzos a la consecución de los objetivos es de suma importancia que la dirección de la empresa sea el primer embajador del proyecto. Basándonos en los resultados de un estudio realizado por INCIPI Joana Sanchez afirma “ Es importante definir una visión clara y marcar una hoja de ruta con un liderazgo que debe ejercerse desde el primer nivel ejecutivo de la compañía. Según nuestra experiencia sin un fuerte liderazgo no se podrá hacer real ese proceso de transformación”.
3.- Un plan de acción
Antes de nada, aunque suene a obviedad, tenemos que segmentar los objetivos en acciones y planificar su desarrollo. Analizar y estudiar en profundidad qué queremos conseguir con esta transformación, así como los recursos con los que contamos, si va a ser necesario una inversión; identificar o reasignar a las personas que llevaran a cabo el proyecto, Por último, ser conscientes que no habrá transformación sin la involucración, ejemplo y compromiso de la dirección general y que probablemente no alcanzaremos el 100% de los objetivos definidos.
4.- Compromiso de actuar con transparencia
El proceso de transformación no va a tener éxito por muy buenas tecnologías de las que dispongamos y por los mejores procesos que hayamos definido sin la implicación y el compromiso de los equipos internos. Y el compromiso de las personas no se consigue hoy por miedo al castigo. Se consigo actuando con transparencia, tratándoles como adultos y generando un marco de confianza.
5.- Nuevos esquemas de organización
Hay que identificar qué puestos y qué perfiles necesitamos para este nuevo modelo de negocio y si los podemos cubrir con talento interno. Pero si tenemos que buscar este talento fuera tendremos que empezar desde “dentro”. Un plan de transformación digital tiene más posibilidades de éxito si es gestionado por recursos internos que externos. Tenemos que definir un equipo, asignarle un rol, darle el peso adecuado dentro de la estructura y trabajar para general “embajadores” que actúen transmitiendo al resto de la organización (y al exterior) las excelencias del proyecto y los hitos conseguidos.
6.- Diseñar y poner en marcha nuevas formas de gestionar a las personas
Las nuevas tecnologías van a permitir establecer nuevos modelos de trabajo; trabajo en remoto, creación de equipos multidisciplinares etc. Para ello debemos de ser capaces de romper los silos organizativos y las estructuras jerarquizadas. Si no lo hacemos hemos de ser conscientes de que jamás podremos alcanzar un alto porcentaje de los objetivo y propósito definidos.
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