No se el grado de interés que mis lectores poneís en lo que esta ocurriendo en el norte de Africa. Para mi resulta muy signficativo que las cosas ocurran como están sucediendo.
No se cual es la influencia de las nuevas tecnologías en estos procesos. Alguien, seguro, con más criterio que yo lo analizará, pero estoy convencido que sin el uso de los nuevos medios de comunicación que tenemos a nuestro alcance los procesos de Tunez y de Egipto no se hubiesen podido producir, y, de producirse (que lo dudo) se hubiesen producido de una forma y en unas circunstancias totalmente distintas.
Vivimos en un mundo superconectado y que tiende (lo que puede ser bueno pero a la vez malo) a la homegeneización. Y en este proceso es indudable que los sistemas demócraticos (partidos políticos, elecciones y libertad de expresión) tienden a convertirse en el sistema menos malo para organizar la vida de una comunidad o un país y para dar respuesta a los problemas de la humanidad.
Veremos que nos depara el futuro. Lo que esta claro es que si pensabamos que nos ibamos a aburrir en las primeras decadas del 2000, nada más lejano de la realidad.
Resulta que «estamos suficientemente divertidos» y que voluntaria o involuntariamente el mundo esta cambiando a pasos agigantados. Espero que no nos atragantemos con el cambio.
Por cierto ayer compré en la FNAC un libro que me resultó inquietante. “¿Qué esta haciendo internet con nuestras mentes?. No conozco al autor, Nicholas Carr. Os contaré proximamente lo que me ha parecido.
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