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Estoy convencido de que en la mayoría de los países lo que denominaríamos las fuerzas de derecha van a ser las grandes beneficiarias de la crisis que estamos viviendo. Está claro en términos económicos y no me queda ninguna duda de que también va a ser así en términos políticos.

No tengo nada contra el PP y además creo firmemente en las bondades de la alternancia política pero no es de recibo que lo único que esté haciendo es “esperar ver pasar el cadáver de Zapatero”.

Algo similar está ocurriendo en Francia y también en el resto de países de nuestro entorno. Por cierto ¿Cuándo Merkel va a asumir su papel de líder europeo de verdad y dejará de estar preocupada fundamentalmente por sus problemas internos?.

En otro orden de cosas debemos bendecir y apoyar la decisión tomada por la comunidad internacional respecto a Libia pero al mismo tiempo exigir una mayor clarificación y eficacia en este tipo de decisiones. Al final la imagen que estamos dando es la de un descontrol que tampoco consigue lanzar un mensaje claro sobre las reacciones internacionales en otros entornos. Ah.,… y del papel de la UE, mejor no hablar.

En términos sociales lamentablemente el único discurso, la única receta que parece ser la adecuada para los próximos años es la que habla de la liquidación del estado del bienestar. No parece que hayamos hecho los cambios estructurales de los que todos hablábamos en 2009, aunque tengo claro que finalmente el juego político es el resultado de un consenso entre diferentes intereses, y una cosa es lo necesario y otra lo posible. Por ello el mensaje de que “la crisis requiere más gobernanza política y menos preocupación por lo que dicen los mercados”, que creo resume las ideas que Felipe Gonzalez ha lanzado reiteradamente durante los últimos meses, no parece que sea el referente al que nos dirigimos.

Y todo ello trae como consecuencia que no exista ningún signo de que la confianza en la acción de la clase política se haya consolidado en los últimos tiempos, (yo diría que todo lo contrario) y ello es mucho más evidente respecto a los políticos “de la izquierda”. Lo que ocurre en la Comunidad Valencia con Camps y lo que está ocurriendo en Andalucía con el mal uso o abuso de los fondos públicos en los expedientes de regulación de empleo, no son más que claros ejemplos de lo que estoy manifestando.

Lo dicho nos espera un futuro ciertamente oscuro o con poca luz. Espero equivocarme.